Carrot Cake with Cream Cheese Frosting { Tarta de Zanahoria }

Volvemos a incluir hortalizas en nuestras creaciones más dulces. En este caso, el ingrediente estrella: la zanahoria. Y para que veáis que podemos mimar nuestros paladares y estómagos, no sólo sin remordimientos, sino también sin necesidad de tener que esperar a un acontecimiento señalado, he vuelto a la composición tipo layer cake con esta ya clásica tarta de zanahoria (o carrot cake) «al desnudo».

Carrot Cake (Tarta de zanahoria)

¿Que por qué «al desnudo»? No era mi intención complicar demasiado la cosa, así que, como además tenía muchas ganas de probar, he dejado los laterales de esta tarta de zanahoria al descubierto —además de que creo que no sólo gana en aspecto, reducimos así casi a la mitad la cantidad de frosting lo que me parece muy interesante en esta receta en particular. Aun así, reconozco que podría haber quedado mejor; era la primera vez y este calor sofocante me derretía la cobertura constantemente, pero cuando se trata de frosting sólo hay un secreto: práctica (y controlar la temperatura). Bueno, eso son dos secretos 😉

Carrot Cake (close-up)

La de la tarta de zanahoria es una de esas recetas que vienen haciéndose, que se sepa, al menos desde la Edad Media. Casi nada, ¿verdad? La cuestión es que en comparación con otras hortalizas, la zanahoria aporta un extra de dulzura, dato más que concluyente cuando otros edulcorantes no estaban al alcance de cualquiera ni en cualquier momento. A pesar de que una vez más nuestra receta nace en la vieja Europa, hoy por hoy es todo un must en prácticamente todos los hogares y cafeterías norteamericanos que se precien de serlo.

Carrot Cake (big slice)

Y a los que aún no hayáis tenido la oportunidad de comprobar la increíble textura y sabor que aporta la zanahoria a la repostería, os recomiendo que le deis un voto de confianza y la probéis; casi con toda probabilidad, acabará cambiando vuestro concepto de lo que implica necesariamente una receta dulce. Y a cambio de vuestra confianza, obtendréis una miga jugosa y suave (sin sabor a zanahoria) que os sorprenderá al principio para a continuación crearos algo así como una adicción. Y por si necesitabais aún más argumentos, ¿os había dicho ya lo sano que es este tipo de bizcochos? Vale, sí, llevan su buena ración de azúcares, y todo ese frosting, bla, bla, bla… pero por lo demás, comprobaréis en los ingredientes que no pueden ser más saludables: aceite de oliva, frutos secos, hortalizas y frutas deshidratadas. ¿Ya estáis convencidos? Seguro que sí; ¡si se vende solo! A los que ya hayáis pasado por ahí, no tengo nada más que deciros que no sea ¿no estáis de acuerdo?

Para rematar la cuestión, la combinación de este bizcocho y el cream cheese frosting con ese toque cítrico del limón, en mi opinión, no puede ser más perfecta. ¿Os atrevéis a probar?

Carrot Cake with Cream Cheese Frosting { Tarta de Zanahoria }
 
Tiempo de Prep. (esperas incl.)
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Tipo de receta: Layer Cakes
Origen: American
Raciones: 10-12
Ingredientes
(Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que se indique lo contrario)
Para el bizcocho:
  • 260 g (2 cups) de harina de trigo floja
  • 2 cucharaditas de levadura química (tipo Royal)
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 cucharadita de canela de Ceilán molida
  • ½ cucharadita de nuez moscada molida
  • ¼ cucharadita de pimienta de Jamaica (allspice) molida
  • ¾ cucharadita de sal
  • 400 g (3 cups) de zanahoria cruda rallada
  • 120 g (1 cup) de nueces troceadas
  • 75 g (½ cup) de arándanos deshidratados (también puedes usar uvas pasas, ciruelas pasas, pasas de Corinto, sultanas... según preferencia)
  • 240 ml (1 cup) de aceite de oliva suave
  • 150 g (¾ cup) de azúcar blanco
  • 165 g (¾ cup) de azúcar moreno (a ser posible, light brown sugar)
  • 4 huevos (L)
  • 2 cucharaditas de extracto puro de vainilla
Para el Cream Cheese Frosting:
  • 225 g (8 oz) de queso cremoso (tipo Philadelphia), frío
  • 113 g (½ cup) de mantequilla sin sal
  • 230-350 g (2-3 cups) de azúcar glas
  • 1 cucharada de zumo de limón (o ½ cucharadita de extracto de limón) - opcional
Para decorar:
  • Nueces trituradas y coco rallado (opcional)
Elaboración
Del bizcocho:
  1. Precalentamos el horno (eléctrico) a 175ºC y colocamos la rejilla a media altura.
  2. Engrasamos bien el fondo y los laterales de 3 moldes redondos (preferiblemente, con base desmontable) de 20 cm Ø. Recortamos el papel de horno con la forma de la base de los moldes (usamos una base como plantilla; es más fácil y rápido si doblamos el papel en 3 y recortamos sólo una vez) y colocamos los 3 círculos de papel en el fondo de cada molde. Engrasamos también sobre el papel. Reservamos.
  3. En un cuenco mediano, tamizamos juntos los ingredientes secos (harina, levadura, bicarbonato sódico, canela, nuez moscada, pimienta de Jamaica y sal) y reservamos.
  4. En otro cuenco mediano, mezclamos la zanahoria, previamente pelada y rallada, los arándanos deshidratados y las nueces troceadas y también reservamos.
  5. En el cuenco de nuestra amasadora, equipada con el accesorio de pala (o en un cuenco grande), batimos a velocidad media-alta los huevos y los azúcares durante unos 3-5 minutos hasta obtener una consistencia densa y pálida.
  6. Sin dejar de batir, añadimos a continuación el aceite progresivamente hasta obtener una mezcla homogénea.
  7. Agregamos el extracto de vainilla y mezclamos bien hasta combinar.
  8. Reducimos la velocidad e incorporamos ahora los ingredientes secos que teníamos reservados (punto 3), mezclándolos sólo hasta que se hayan integrado.
  9. Seguidamente, agregamos la mezcla de ingredientes sólidos (punto 4) y mezclamos, ya a mano con ayuda de una espátula de silicona hasta repartirlos uniformemente por toda la masa.
  10. Dividimos la mezcla entre los tres moldes en partes iguales (es muy útil contar con la ayuda de una báscula de cocina). La mezcla es bastante líquida, así que no es necesario alisar la superficie; eso sí, damos unos golpecitos a los moldes contra la mesa para evitar que se formen burbujas de aire en su interior.
  11. Horneamos durante unos 40-45 minutos aproximadamente o hasta que al insertar una brocheta o cake tester en el centro de las tartas, ésta salga totalmente limpia y sin migas pegadas. En cualquier caso, nunca abriremos el horno hasta que no lleve al menos ¾ del tiempo total de horneado. Durante los últimos 5 minutos, iremos comprobando cada 2 minutos; no queremos una miga seca.
  12. Sacamos del horno y dejamos enfriar dentro de los moldes durante 5 minutos.
  13. Pasado este tiempo, desmoldamos y dejamos enfriar por completo bocabajo sobre una rejilla.
  14. Una vez se hayan enfriado completamente, envolvemos por separado cada bizcocho en film transparente y refrigeramos al menos durante una hora (preferiblemente toda la noche), así la miga y los sabores se asentarán mejor.
Del Cream Cheese Frosting:
  1. Tamizamos el azúcar glas y reservamos.
  2. En el cuenco de nuestra amasadora, equipada con el accesorio de pala, (o en un cuenco grande), añadimos la mantequilla junto con el azúcar glas (empezaremos incorporando la mitad del azúcar e iremos añadiendo el resto hasta alcanzar el punto dulce que nos gusta en los frostings) y batimos a velocidad baja inicialmente para incrementarla hasta media-alta hasta obtener una mezcla suave que haya aclarado su color (unos 3-4 minutos aprox.).
  3. A continuación, agregamos el queso crema y seguimos batiendo a la misma velocidad hasta lograr una textura suave y cremosa. No conviene excederse en este punto, pues de lo contrario adquirirá una textura como arenosa irreversible.
  4. Por último, añadimos el zumo o extracto de limón, si hemos optado por usarlo, y mezclamos hasta incorporar por completo. (Si el frosting quedara demasiado cremoso, añadiremos más azúcar glas hasta conseguir la consistencia deseada o lo introduciremos en el frigorífico unos 20-30 mín. antes de aplicarlo. En esta ocasión, esto es lo que me ha sucedido a mí, pero es que hacía un calor totalmente incompatible con cualquier cosa a base de mantequilla...).
Montaje de la tarta de zanahoria:
  1. Si fuera necesario, con un cuchillo de sierra largo o lira recortaremos los bizcochos lo justo para igualar y nivelar las superficies. Con la ayuda de un pincel de repostería limpiamos los bizcochos suavemente de las posibles migas sueltas que hayan podido quedar.
  2. Para asegurarnos de que no se nos mueva la tarta mientras trabajamos, empezamos por dejar caer una pequeña cantidad de frosting sobre la base sobre la que vamos a montar nuestra tarta (si contamos con una base giratoria para tartas, en esta ocasión puede sernos de gran utilidad).
  3. Colocamos el primer bizcocho bien centrado y bocabajo y dejamos caer en el centro un par de cucharadas colmadas de frosting (yo he usado una cucharada mediana de helado) y con una espátula pequeña (también sirve el reverso de una cuchara), que extenderemos en espiral hacia los bordes, cuidando de que no rebose en exceso y manche demasiado los laterales.
  4. Colocamos el segundo bizcocho bien centrado sobre el anterior y cubrimos igualmente con frosting, repitiendo la misma operación que con el primero.
  5. Finalizamos colocando el último bizcocho, que coronaremos con la capa visible de frosting.
  6. Refrigeramos unos 30 minutos antes de decorar para que el frosting se asiente bien y adquiera más firmeza.
  7. Una vez ya fuera del frigorífico, dejamos caer unas cuantas nueces ligeramente troceadas sobre la superficie de nuestra tarta de zanahoria y servimos (el coco rallado es una opción muy popular también).

    Se conserva a temperatura ambiente (bien cubierta) durante 2-3 días. En épocas de temperaturas más altas, conservar refrigerado y sacar de frigorífico 30 minutos antes de servir.
    Firma Rosa M Lillo
Notas
- Si eres un amante incondicional del coco, has de saber que le da un toque muy interesante a esta tarta, tanto si lo añades rallado a los ingredientes sólidos (90 g-1 cup), como si lo usas para acompañar la decoración junto con las nueces (también rallado). O ambas cosas.
- Puedes emplear esta misma receta y convertirla en formato cupcakes, (usando incluso el mismo frosting) o muffins; tanto los primeros como los últimos son verdaderas estrellas en sus respectivos "reinos". Tendrás alrededor de 20-24 unidades dependiendo del formato que finalmente elijas.
- Como es probable que te sobre algo de frosting, puedes recubrir los laterales si lo prefieres o incluso congelarlo para otra ocasión (hasta 2 o 3 meses!). Sólo has de dejarlo en la nevera la noche anterior y batirlo enérgicamente un par de minutos para que recupere su cremosidad antes de utilizarlo.
- Día nacional (EEUU) de la Carrot Cake: 3 de febrero.

Receta adaptada de la Bill’s Big Carrot Cake de Baking – From my home to yours, Dorie Greenspan

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