Si alguna vez ha surgido la memorable ocasión y has preparado y/o te has zampado unos célebres y y no menos venerados cinnamon rolls, entonces comprenderás...
La receta que estrenamos esta semana ha supuesto toda una revolución en casa. Es posible que ahora mismo algunos estéis pensando que prácticamente así es con cada una de ellas. Y no andáis muy desencaminados; eso es lo que tiene probar cosas nuevas y distintas con cada publicación.
Hace ya casi un año que hice mi primer Monkey Bread (o «pan de mono») y desde entonces, en casa de no dejan de recordarme lo buenísimo que estaba y lo mucho que llevan sin probarlo.
Por lo visto me he quedado enganchada con esto de «enrollar» las recetas. Bueno, vale, también de «enrollarme», aunque esto viene ya de lejos…
El apple crumble es la solución perfecta para esos momentos en que te zamparías una reconfortante y siempre bienvenida ración de tarta de manzana (apple pie), pero no estás por la labor de ponerte a amasar o encaminarte hasta donde sirvan la mejor tarta de la ciudad.
¿Qué criatura viviente que les haya dado un mordisquito alguna vez no adora los cinnamon rolls? Esta que escribe, desde luego que sí (sí al mordisquito, sí a adorarlos, sí a todo…).
La primera vez que oí mencionar el nombre de monkey bread me dio la risa. «No, en serio», exigía yo una vez recuperado el aliento.