Monkey Bread Muffins {con glaseado de sirope de arce}

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Hace ya casi un año que hice mi primer Monkey Bread (o «pan de mono») y desde entonces, en casa de no dejan de recordarme lo buenísimo que estaba y lo mucho que llevan sin probarlo. Lo cierto es que con las recetas que voy publicando semanalmente en el blog, no queda mucho margen para hacer casi ninguna otra fuera de carta (y repetir receta, toda una hazaña). Pero ésta tenía que volver a inundar la casa de aromas maravillosos y a llenar las caras de sonrisas, y así fue como surgieron estos Monkey Bread Muffins .

Muffins de pan de mono

Los aplausos debían de oírse en todo el vecindario. ¿Quién podría resistirse a semejante muestra de entusiasmo? Cada bocado es toda una experiencia inigualable de ternura, lleno de ricos matices, de sabores y aromas de los que te resultará difícil apartarte, por lo que habrá otro, y otro, y otro… Así que, si aún no habéis probado esta delicia, aseguraos de que no dejáis pasar demasiado tiempo antes de solucionar ese pequeño e imperdonable inconveniente.

Muffins pan de mono

Sí, lo sé, lo sé, la Navidad, con toda su fastuosa pompa y todos sus excesos, está a la vuelta de la esquina y aquí estoy yo, tratando de tentaros con otro dulce escandalosamente irresistible. Lo siento, pero es que no puedo evitarlo… Sin embargo, aprovecho para comunicaros que no estoy segura de que haya muchas más recetas en lo que queda de año. Estoy dándole vueltas a la idea de aminorar la frecuencia de las publicaciones durante estas vacaciones y dedicar así cada minuto de estas fiestas a mi familia y amigos. De esta forma, además, podré comer y comer todo lo que caiga en mis manos sin necesidad de sacar decenas de fotos de cada plato 😉

Muffins pan de mono

Pero no temáis, todavía me quedan algunas delicias en la recámara, así que estaré rondando por aquí.

Y dicho esto, os dejo con la receta. Espero que disfrutéis con la lectura (y no babeéis demasiado sobre la pantalla) y que os preparéis un puñado de estas bellezas mejor antes que después; me lo agradeceréis…


Monkey Bread Muffins {con glaseado de sirope de arce}
 
Tiempo de Prep. (esperas incl.)
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Tipo de receta: Muffins / Bread
Origen: American
Raciones: 12
Ingredientes
(Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que se indique lo contrario)
Para la masa:
  • 1 cucharadita (3 g) de levadura de panadería seca (o liofilizada)
  • 30 ml (2 cucharadas) de agua
  • 30 g (2 cucharadas) de mantequilla sin sal
  • 325 g (2½ cups) de harina de trigo floja (+ harina extra para amasar)
  • 160 ml ( ⅔ cup ) de leche entera
  • 1 huevo (L)
  • 30 g (2 cucharadas + 1 cucharadita) de azúcar blanco
  • ½ cucharadita de sal
Para el rebozado:
  • 220 g (1 cup) de azúcar moreno
  • 2½ cucharaditas de canela molida (o algo menos, al gusto)
  • 75 g ( ⅓ cup ) de mantequilla sin sal
Para el glaseado:
  • 60 g ( ½ cup ) de azúcar glass
  • 3 cucharadas de sirope de arce
Elaboración
De la masa:
  1. Derretimos la mantequilla en un cuenco pequeño y reservamos; deberá estar a temperatura ambiente en el momento de combinarla con el resto de ingredientes.
  2. En otro cuenco pequeño, disolvemos 1 cucharadita del azúcar blanco en el agua templada (nunca caliente) y espolvoreamos la levadura. Dejamos reposar al menos un par de minutos.
  3. Mientras tanto, ponemos la harina en el cuenco de nuestra amasadora, equipada con el accesorio de gancho (o en un cuenco grande), y hacemos un pequeño hueco en el centro. A continuación, añadimos el huevo, ligeramente batido con anterioridad, el azúcar, la sal, la mantequilla derretida, la leche templada y la mezcla de agua y levadura y amasamos suavemente durante unos 6-8 minutos (8-10 si lo hacemos a mano). Obtendremos una masa suave y elástica, aunque aún algo pegajosa. En caso de que fuera demasiado blanda para manipularla, añadiríamos más harina, de cucharadita en cucharadita, mientras amasamos un poco más hasta conseguir una masa un poco más firme.
  4. En caso de haber utilizado la amasadora, transferimos ahora la masa a la superficie sobre la que vamos a trabajar, ligeramente enharinada, y seguimos amasando con las manos, también enharinadas, un poco más, siempre desde el exterior hacia el centro, como si la estuviéramos plegando sobre sí misma una y otra vez, hasta conseguir formar una bola suave y elástica. Sabremos que nuestra masa ya está suficientemente amasada cuando ya no se nos pegue a las manos y recupere su forma rápidamente si la pellizcamos con suavidad. No conviene excederse amasando, pues acabaríamos con un pan pesado y correoso.
  5. Seguidamente, pasamos nuestra masa a un cuenco engrasado ligeramente con aceite de girasol o spray antiadherente, cubrimos bien con film transparente y la dejamos levar en un lugar cálido y alejado de las corrientes de aire durante 1,5 - 2 horas o hasta que doble su volumen*.
Del rebozado:
  1. Poco antes de que finalice este levado, por un lado, en un cuenco mediano derretimos la mantequilla. Reservamos.
  2. Por otro, en otro cuenco de igual tamaño, mezclamos bien el azúcar moreno con la canela con ayuda de unas varillas hasta combinar por completo. También reservamos.
Forma, rebozado y horneado:
  1. Una vez transcurrido el tiempo de levado de nuestra masa, la depositamos de nuevo sobre la superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y la desgasificamos presionando suavemente unas 4 o 5 veces con los nudillos, así eliminaremos el exceso de gas que se haya podido acumular durante el levado. Cubrimos holgadamente con film transparente y dejamos reposar unos 10 minutos.
  2. A continuación, extendemos la masa con las manos formando un cuadrado (o un rectángulo) de unos 2-2,5 cm de grosor y, con ayuda de un cuchillo bien afilado o un cortapizzas, la vamos cortando a lo largo en tiras de unos 2,5 cm aproximadamente de ancho. Seguidamente, volvemos a cortar ahora perpendicularmente en nuevas tiras de la mismas dimensiones. Acabaremos con un montón de cuadraditos (a mí me han salido unos 70). No es necesario que nos empeñemos en que sean todos iguales.
  3. Empezamos formando una pequeña bola con cada cuadrado (cubrimos el resto de cuadraditos de masa con un paño limpio de cocina mientras trabajamos) para rebozarlas como sigue: primero las bañamos concienzudamente en la mantequilla derretida, dejamos escurrir con la ayuda de un tenedor y seguidamente las recubrimos bien con la mezcla de azúcar moreno y canela.
  4. Las vamos depositando dentro cada una de las 12 cavidades de un molde para muffins, previamente engrasado, hasta sobrepasar ligeramente el borde de cada cavidad, pero sin excedernos, porque la masa crecerá durante el horneado. (Según sea la temperatura ambiente, es posible que tengamos que volver a derretir la mantequilla a mitad del proceso.)
  5. Una vez finalizado este proceso de formado y rebozado de las bolas de masa, cubrimos el molde holgadamente con film transparente y de nuevo dejamos reposar unos 40 minutos más en las mismas condiciones que la vez anterior.
  6. Cuando este nuevo levado esté casi a punto de finalizar, precalentamos el horno (eléctrico) a 180ºC y colocamos la rejilla a media altura.
  7. Una vez finalizado el segundo y último levado, horneamos durante unos 20-22 minutos o hasta que la superficie haya adquirido un bonito tono dorado.
  8. Retiramos del horno y dejamos reposar durante unos 10 minutos dentro del molde.
  9. A continuación, desmoldamos con cuidado y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Del glaseado:
  1. En un cuenco pequeño tamizamos el azúcar glass.
  2. Añadimos el sirope de arce y mezclamos hasta obtener una mezcla homogénea y algo espesa.
  3. Vertemos la glasa sobre los muffins aún templados.
  4. Servimos templados o a temperatura ambiente.

    No hay nada como el pan de mono recién hecho, pero eso sólo pasa durante el día que los hayamos horneado. Puede conservarse perfectamente durante 2-3 días bien cubierto, aunque irá perdiendo su frescura.
    Firma Rosa M Lillo

Notas
- *Si lo que quieres es tomarlos en el desayuno recién hechos, tienes que planificar con un día de antelación. Prepara la masa para que el primer levado transcurra por la noche en el frigorífico (bien cubierto con film transparente). En cuanto te levantes, sigues el procedimiento justo donde lo dejaste. El segundo levado no te lo puedes ahorrar, así que tendrás que madrugar un poquito, eso sí. Pero merecerá la pena.
- Puedes seguir disfrutando de tus monkey bread muffins calentitos aunque ya no estén recién hechos; introdúcelos en el microondas durante unos 10-15 segundos a potencia media.
- Si te gustó la versión original del Monkey Bread, ahora también puedes volver a añadir unos cuantos chips de chocolate a estos muffins. Con 55 g ( ⅓ cup) de partida es suficiente, aunque claro, ¡siempre puedes añadir más!

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