Cómo me apetecen en esta época del año ese tipo de postres amables y calentitos que te van acariciando el espíritu a su paso, te templan el ánimo y...
Entramos en la recta final de año. Se acumulan los preparativos y las expectativas y yo, antes de despedirme hasta nuestra próxima cita, no quería marcharme sin...
Ya estamos de vuelta y no puedo más que daros la bienvenida una vez más a todos los que no habéis desistido de acompañarme en estas andanzas mías tras el ya terminado (siempre acaba terminando más bien antes que después) descanso estival...
El que más y el que menos atesora algún que otro recuerdo —quizás no muy lejano— frente a un buen bol de arroz con leche casero, pues sin duda es uno de esos postres característicamente nuestros que a tantos y tantos nos ha visto crecer...
Y llegaron las vacaciones para mi querido horno; al blog le queda aún alguna que otra alegría. Estoy segura de que algún espíritu afín a ese otro lado ya ha reparado en que me encanta preparar cócteles en cuanto los termómetros empiezan a subir.
Soy consciente de que últimamente, el pan, de una forma u otra, no deja de protagonizar las nuevas publicaciones del blog.
Entiendo que lo de plantearse encender el horno con la que está cayendo pueda echar para atrás al más aguerrido de los devotos de este querido electrodoméstico, pero si hay una ocasión que lo merezca, es la perspectiva de poder disfrutar de un clafoutis de cerezas o tarta de cerezas como esta, típica de la región de Limousin (Francia).