Como suele ser habitual, en breve el blog se tomará un respiro veraniego —aunque aún queda alguna receta que otra en la recámara antes de que eso llegue a suceder.
Mira que es curioso que de la unión de dos grandes debilidades se pueda llegar a conseguir todo un derroche de carácter como resultado, es decir, aquello de que ‘el todo’
El verano está pasando a un ritmo de vértigo. Cuando publiqué mi primera receta de helado casero (¡hace ya más de un mes!) os aseguré que habría otras, muchas otras.
He de confesar que cuando llega la temporada de las cerezas ya no tengo ojos para casi ninguna otra fruta en la frutería.
No es de extrañar que hasta para hacer helado a mí me dé por encender el horno. En fin, hay cosas que no tienen remedio ni cura…