La receta de hoy va dirigida especialmente a todos aquellos que disfrutáis de una buena dosis de acidez en vuestros momentos más dulces.
A veces no es necesario conformarse. No. Otras sí. La buena noticia es que ésta no es una de esas últimas... En esta ocasión, nos quedamos con todo el lote. No es de extrañar que a menudo nos veamos en la tesitura de tener que elegir entre dos de nuestras más inconfesables debilidades, y claro, nos invade la duda, o incluso el arrepentimiento...
La primera vez que la vi, sin foto ni apenas indicaciones ni nada, ni siquiera estaba segura de si la receta sería un bizcocho o unas galletas.
Sí, ya sé que llevamos una rachita por aquí bastante chocolateada… Ah, ¡pero si no oigo a nadie quejarse! ¿No os pasa que, a veces, os da por una cosa y esa cosa os lleva a otra y así sucesivamente sin saber dónde acabará todo?
Bueno, bueno y bueno. ¿Podría haber algo más suculento, fácil y rápido de preparar que esta receta de blackberry crumble bars (vale, además de un bocadillo)?
No sé si os pasa también que en determinadas épocas el cuerpo os pide un determinado tipo de comida y en otras otro totalmente distinto.
Y algunos os preguntaréis, ¿y qué es un blondie? Se tiende a considerar el blondie como una variedad sin chocolate del brownie, el pariente «rubio» de la familia.