No es de extrañar que hasta para hacer helado a mí me dé por encender el horno. En fin, hay cosas que no tienen remedio ni cura… Nunca había hecho helado antes —de momento empiezo sin heladora—, pero creo que tengo una nueva adicción, así que todo se andará. A todos aquellos amantes de este refrescante tentempié, postre o capricho os invito a que sintonicéis a menudo la frecuencia del blog; este helado de crumble de cerezas ha resultado tan sorprendentemente auténtico y delicioso, que os puedo asegurar no es más que el principio…
Pues bien, una vez decidida a probar a hacer mi propio helado en casa, confieso que no sabía por cuál de los interminables sabores empezar. Por suerte, mi paladar me guía y yo me dejo llevar incondicionalmente donde me lleve. Eso y el fabuloso libro de Sandra Mangas, Polos & Helados. Todo un must have! Recuerdo como una de las escapadas recientes más intensas el fin de semana que pasamos en la recién clausurada feria del libro de Madrid 2014, donde tuve la oportunidad de conocer, entre otros compañeros blogueros, a su encantadora autora. Muy provechoso el encuentro, sí señor, y muy grato, porque me traje esta joyita de libro con un sinfín de propuestas deliciosas presentadas realmente con todo el esmero y gusto posibles.
Pero como os decía, el horno me tiraba y, aunque hace ya un calor de mil demonios por aquí, me saqué esa espinita preparando un facilísimo y rapidísimo crumble. También me animé a hacer la compota de cerezas que no es más que un auténtico lujazo de color y textura, entre otras cosas. Es decir, que honestamente el helado me llevó algo de tiempo, pero ¿qué más da si al final acabas saboreando el que, probablemente, se haya convertido en EL helado del verano en casa?
Conclusión, la combinación de sabores e ingredientes de este helado de crumble de cerezas ha supuesto todo un éxito en casa; un solo helado para satisfacer todos los gustos. ¿Os imagináis esa textura cremosa del helado a base de mascarpone contrarrestada con la amable acidez de las cerezas y el sorprendente hallazgo ocasional de los trocitos del crumble? Podría dedicar una oda al tema, pero nada se compararía a la experiencia de dejar que vuestras papilas gustativas entraran en contacto con semejante experiencia. ¿Qué me decís?
Artículo editado 21 Agosto, 2014: Pemberley Cup & Cakes tiene el orgullo de anunciar que la receta del Cherry Crumble Ice Cream (Helado de crumble de cerezas) ha sido seleccionada como ganadora del concurso Polos & Helados organizado por Canal Cocina y Sandra Mangas del blog (ya desaparecido, ¡toda una pérdida!) La Receta de la Felicidad.
- 240 ml (1 cup) de leche entera
- 1 cucharada de harina fina de maíz (tipo Maizena)
- 240 ml (1 cup) de nata líquida para montar (mín. 35% MG)
- 125 g ( ½ cup + 2 cucharadas) de azúcar blanco
- 225 g (8 oz / 1 cup) de queso cremoso (tipo Philadelphia, Mascarpone...)
- 280 g (10 oz) de cerezas (ya deshuesadas)
- 30 ml (2 cucharadas) de zumo de limón
- 50 - 100 g (¼ - ½ cup) de azúcar blanco (dependiendo del dulzor de las cerezas)
- 1 cucharadita de harina fina de maíz (tipo Maizena)
- 130 g (1 cup) de harina de trigo floja
- 55 g (¼ cup) de azúcar moreno
- ¼ cucharadita de sal
- 85 g (¼ cup + 2 cucharadas) de mantequilla sin sal, bien fría y cortada en pequeños dados
- Empezamos preparando un cuenco grande con hielo y agua (hasta la mitad, más o menos) para enfriar más rápidamente nuestra crema de helado, una vez hecha, antes de introducirla en el congelador (o en la heladera, en caso de disponer de una).
- En un cuenco mediano aparte, disolvemos la harina fina de maíz en 2 cucharadas de leche. Reservamos.
- A fuego medio, en un cazo mediano, calentamos el resto de la leche, la nata y el azúcar, removiendo de vez en cuando, hasta que empiecen a aparecer burbujas por los bordes.
- Añadimos entonces la mezcla de leche y harina fina de maíz (punto 2), removemos y dejamos que vuelva a hervir durante un minuto más hasta que empiece a espesar.
- Retiramos del fuego, agregamos el queso cremoso de nuestra elección (yo he usado mascarpone) y mezclamos bien con unas varillas hasta combinar por completo.
- Inmediatamente, posamos el cazo con la crema de helado sobre el baño hielo preparado con anterioridad y removemos frecuentemente para que el frío se reparta por igual. ATENCIÓN: el agua no debe entrar en contacto con la crema o estropearía nuestro helado.
- Una vez frío, vertemos la mezcla en un recipiente hermético (yo suelo posar primero el cazo sobre un paño de cocina para que no gotee sobre la crema al verterla en el recipiente) y refrigeramos durante toda la noche. ATENCIÓN: En caso de no usar heladora, procuraremos que el recipiente tenga bastante capacidad, pues al batir la crema más adelante, esta irá aumentando de volumen.
- Al día siguiente, retiramos del frigorífico y procedemos a mantecar el helado:
- Si disponemos de heladora, seguiremos las instrucciones del aparato.
- Si no, introduciremos el recipiente bien cerrado con la crema de helado en el congelador y, durante las 2 o 3 primeras horas (dependerá de la capacidad de congelación de cada congelador), lo iremos retirando cada 30 minutos para batirla con unas varillas eléctricas o enérgicamente con un tenedor. La idea es evitar la indeseable formación de cristales de hielo. - Mientras tanto, vamos preparando la compota de cerezas y el crumble (ver abajo).
- Finalmente, una vez enfriados todos los ingredientes adicionales y mantecado nuestro helado, retiramos este último del congelador. En otro recipiente hermético, vamos alternando las capas de helado, compota y crumble desmigajado hasta acabar con las existencias.
- Cubrimos con papel vegetal de hornear o film transparente, cerramos bien y volvemos a introducir en el congelador durante al menos 24 horas más.
- Colocamos la cerezas, previamente lavadas y deshuesadas, junto con el resto de ingredientes en un cazo mediano y llevamos a ebullición mientras vamos removiendo con frecuencia.
- Una vez hierva, dejamos que siga cociéndose durante unos 10 minutos más hasta que espese removiendo constantemente para que no se pegue.
- Retiramos del fuego y dejamos enfriar por completo. Reservamos.
- Mientras se enfría la compota de cerezas, precalentamos el horno (eléctrico) a 200ºC.
- Colocamos la harina, el azúcar y la sal en un cuenco grande y mezclamos con unas varillas hasta combinar bien.
- Progresivamente, vamos añadiendo los daditos de mantequilla fría y los integramos en los ingredientes secos del punto anterior con ayuda de un pastry blender (en su defecto, se pueden usar dos cuchillos o incluso las yemas de los dedos) hasta no quede rastro de harina suelta y tengamos una textura con aspecto de migas arenosas irregulares.
- Extendemos bien la mezcla sobre la bandeja del horno o fuente amplia apta para horno y horneamos durante 15 minutos hasta que haya adquirido un tono dorado.
- Retiramos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Reservamos.
- Mantendremos nuestro helado en el congelador a -18ºC dentro de un recipiente hermético y cubierto con papel vegetal de hornear o film transparente para evitar la formación de cristales de hielo en la superficie.
Retiraremos del congelador unos 5-10 minutos antes de servir.
Receta adaptada del Helado de mascarpone y cerezas, Polos y Helados, de Sandra Mangas.