Soy consciente de que últimamente, el pan, de una forma u otra, no deja de protagonizar las nuevas publicaciones del blog. No es un misterio que este grandioso invento dé tanto y tan bien de sí, desde las elaboraciones más complicadas hasta las más sencillas. Y la de hoy se encuentra definitivamente entre estas últimas, un clásico entre los clásicos de las recetas británicas con más solera: el bread and butter pudding. Porque, intolerancias y dietas aparte, ¿quien no se rinde ante un sencillo manjar como es el pan con mantequilla?

Bread and Butter Pudding (pudin de pan y mantequilla)

Comúnmente, se suelen situar los orígenes del bread and butter pudding en la Inglaterra de principios del siglo XVIII (la primera receta escrita documentada data de 1723); una solución sencilla y rápida de dar salida a las sobras de pan duro en lugar de acabar tirándolas a la basura. Inicialmente, se trataba de un plato recurrente entre las clases más modestas de la sociedad de la época, más conocido como ‘whitepot’, para el que podía emplearse tanto mantequilla como tuétano, según disponibilidad. Con el tiempo, comenzaron a aparecer diversas variaciones y adiciones, tales como la incorporación de especias o distintos tipos de fruta. Conforme los actuales alimentos básicos (leche, huevos, azúcar) se fueron convirtiendo en productos asequibles y frecuentes, el bread and butter pudding fue configurándose como el postre que conocemos hoy en día. En la actualidad, pese a que sigue siendo una manera fantástica de aprovechar el pan duro, está considerado uno de los platos más venerados en los hogares británicos por mérito propio.

Bread and Butter Pudding (pudin de pan y mantequilla)

Bread and Butter Pudding (pudin de pan y mantequilla)

Y es que, tal y como promete a simple vista, su elaboración es tan sencilla como deliciosa; tradicionalmente, tan sólo necesitaremos untar pan duro (muy importante esto último) con mantequilla, bañarlo en un rica crema elaborada a base de leche, nata, huevos y azúcar, acompañarlo todo con unas cuantas pasas (aunque admite otras variaciones) y hornearlo hasta que quede cuajado y dorado. El resultado: un bocado crujiente en la superficie y tierno y cremoso en su interior. No suena mal, ¿verdad que no? Difícilmente algo tan simple consigue convertirse en una auténtica exquisitez con tan poco.

Bread and Butter Pudding (pudin de pan y mantequilla)

Generalmente, se suele emplear pan de molde, pero no sólo funciona con este tipo de pan, en realidad podemos usar casi cualquiera; pan de masa madre, casero, rústico, etc. Cada uno aportará un matiz y una textura distintos a cuál más interesante. Incluso esa bollería que no suele aguantar tierna más que un día o dos es perfecta para elevar tu bread and butter pudding a una nueva dimensión a lo sublime; aquí la imaginación es el límite, desde brioche hasta croissants o panettone (que como ya lleva fruta o chocolate incorporado, no necesita más). Aun así, evitaremos los panes excesivamente densos, de miga prieta o bregada, y los que emplean harinas más oscuras, como puedan ser el pan de centeno, pan candeal, etc. pues no absorben los líquidos tan fácilmente y acabaríamos con un pudding menos tierno y algo correoso.

Bread and Butter Pudding (pudin de pan y mantequilla)

Bread and Butter Pudding (pudin de pan y mantequilla)

¿Convencidos? Es prácticamente imposible que esta receta desanime incluso al más temeroso o indeciso del cocinillas que todos llevamos dentro. Eso sí, en el peor de los casos, habrás de esperar a que el pan (o el ingrediente que elijas) se ponga duro primero. Esta es, quizás, la parte más complicada de controlar porque, visto lo visto ¿a ver quién tiene la paciencia de esperar a disfrutar de un bocado como éste?

Bread and Butter Pudding
 
Tiempo de Prep. (esperas incl.)
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Tipo de receta: Breakfast
Origen: British
Raciones: 4
Ingredientes
  • 45 g (3 cucharadas) de mantequilla sin sal (más algo de mantequilla extra para engrasar)
  • 8 rebanadas de pan de molde* duro
  • 320 ml (1⅓ cups) de leche entera
  • 60 ml (1/4 cup) de nata líquida (preferiblemente, del tipo para montar)
  • 1 rama de canela de Ceilán
  • 2 huevos (preferiblemente, de gallinas felices)
  • 25 g (2 cucharadas) azúcar blanco (más algo de azúcar extra para espolvorear)
  • 50 g (1/3 cup) de pasas (sultanas, moscatel o Corinto)
  • Nuez moscada molida para espolvorear (al gusto)
Elaboración
  1. Aplicamos una ligera capa de mantequilla por toso el interior de una fuente rectangular apta para el horno de unos 28-30 cm de largo (11-12 inches) con ayuda de un pincel de repostería.
  2. Eliminamos las cortezas del pan, untamos cada rebanada con mantequilla por una cara y las cortamos por la mitad formando 2 triángulos.
  3. Colocamos una primera capa con la mitad del pan con mantequilla en el fondo de la fuente, con la cara untada hacia arriba y procurando que los triángulos se solapen ligeramente.
  4. Seguidamente, añadimos la mitad de las pasas, repartiéndolas más o menos uniformemente sobre la primera capa de pan.
  5. A continuación, repetimos el mismo proceso con el resto del pan y las pasas. Reservamos.
  6. Por un lado, ponemos a calentar en un cazo a fuego lento la leche, la nata y la rama de canela justo hasta el punto que vaya a comenzar a hervir, pero sin llegar a llevar la mezcla a ebullición. Retiramos del fuego y reservamos.
  7. Por otro lado, en un cuenco amplio aparte y resiste al calor, batimos los huevos junto con el azúcar con ayuda de unas varillas hasta conseguir que la mezcla palidezca y se esponje ligeramente.
  8. Volvemos con la mezcla de leche y nata aromatizada y descartamos la rama de canela. Colocamos un colador sobre el cuenco con los huevos batidos y empezamos a verter gradualmente la mezcla de leche caliente del cazo sobre la mezcla de huevos y azúcar sin dejar de remover con las varillas hasta terminar con la leche.
  9. A continuación, vertemos nuestra deliciosa mezcla sobre el pan que teníamos preparado en la fuente, espolvoreamos con un poco de azúcar y nuez moscada molida y dejamos reposar durante 30 minutos.
  10. Entre 10-15 minutos antes de que termine de reposar, precalentamos el horno (eléctrico) a 180ºC (350 degrees F) y colocamos la rejilla a media altura.
  11. Una vez listo, introducimos la fuente en el horno y horneamos durante unos 35-40 minutos o hasta que el líquido haya cuajado, el pudding haya subido y el pan de la superficie se haya dorado por los bordes.
  12. Dejamos templar unos 10 minutos sobre una rejilla antes de servir.

    Se recomienda consumir templado. Insuperable acompañado de helado o nata montada.
    Firma Rosa M Lillo
Notas
- *Recuerda que si el pan de molde no es lo tuyo (o no tienes a mano en un momento de necesidad breadandbutterpuddingera), puedes probar con un sinfín de opciones: brioche, croissants, panettone, pan de masa madre, casero, etc. Sólo evita los de miga prieta y los de harinas oscuras, como el centeno; éstos no absorberían bien los líquidos y acabarías con una especie de sopa de pan.
- Además de la obligada mantequilla, es muy común untar también el pan con mermelada. Hay quien lo considera una desviación descabellada de la norma, pero tú haces tu bread and butter pudding a tu gusto, ¿verdad?.
- En lugar de utilizar una rama de canela, también puedes espolvorear cada capa de pan con un poco de canela molida (con 2 cucharaditas será más que suficiente). Igualmente, puedes sustituir la rama de canela por una vaina de vainilla abierta por la mitad longitudinalmente para aromatizar la leche (o 1 cucharadita de extracto puro de vainilla a la hora de batir los huevos).
- Si no puedes esperar a que se ponga duro el pan (lo entiendo), siempre puedes "secar" el pan que tengas del día si lo cortas a rebanadas y lo introduces en el horno, previamente precalentado a 90-95ºC (200ºF), durante unos 10 minutos. Espera a que se enfríe antes de utilizarlo.
- El bread and butter pudding se puede recalentar perfectamente; cúbrelo con papel de aluminio e introdúcelo en el horno precalentado a 180ºC (350ºF) durante unos 5 minutos.
- Si lo prefieres, puedes sustituir las pasas por arándanos deshidratados, chips de chocolate, fruta confitada troceada, etc. En caso de ceñirte a los cánones, también es muy común poner las pasas a remojo durante la noche con algún licor de tu elección, tipo ron, vino dulce, Grand Marnier, brandy, etc., sólo escúrrelas cuando las vayas a usar.

Receta adaptada del Bread and Butter Pudding de BBC Food

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