¿Os había dicho ya que los muffins de arándanos son mis preferidos en el mundo entero? De hecho, creo que es «por culpa» de los blueberry muffins de bienvenida que mi amiga Jen nos preparó la primera vez que fuimos a visitarla a ella y a su familia a EEUU, que hoy por hoy estoy aquí. El viaje había sido largo y pesado, llegamos a medianoche después de más de veinte horas entre vuelos, esperas y carreras, pero no sabría decir qué me reconfortó más, si meterme en la cama mullida y acogedora que nos esperaba o un bocado de aquella delicia.
Desde entonces me he dedicado a comprobar, comparar y contrastar cada receta de blueberry muffins que caía en mis manos hasta que al final he dado con esta combinación que aquí os presento hoy. Creo que, en mi humilde opinión, sencillamente es perfecta (aunque no descarto seguir buscando).
A la hora de comprar este fruto, conviene recordar que un buen arándano debe ser redondo y de color azul brillante e intenso, tener un sabor dulce y una piel lisa y tersa. Y no sólo es una delicia comerlos (tanto al natural como elaborados), recoger arándanos silvestres es toda una experiencia. Y aunque no tiene mucha ciencia, hay que tener en cuenta algunas cuestiones si alguna vez se nos presenta la ocasión de salir a coger arándanos silvestres. ¡Nunca se sabe! ¿Y si realmente alguna vez se nos presenta? (Si es así, no dejéis escapar esa oportunidad):
– Si te sientes tentado de comerte todos los arándanos que vayas cogiendo, recuerda el truco «uno para mí, dos para la cesta».
– Los buenos arándanos se sueltan con facilidad del tallo, así que si te cuesta arrancarlo es señal de que no es de los buenos. Una vez separado del arbusto no seguirá endulzando, así que piénsalo bien: si es demasiado pálido, es que no ha empezado a madurar siquiera y si es pequeño y duro al tacto, casi con total seguridad estará amargo.
– Recuerda dejar siempre algunos en el arbusto; es una muestra de cortesía de cara a otros recolectores de arándanos silvestres como tú.
– Como la temporada habitual para recolectarlos es en verano, lleva una buena crema con un alto factor de protección solar, cúbrete la cabeza con una gorra o un sombrero ligero, pero nunca lleves gafas de sol; el color de los cristales puede confundirte y acabarás con una cesta llena de arándanos aún verdes.
– No seas demasiado sigiloso ni te adentres solo en plena naturaleza; a los osos también les gustan los arándanos. Incluso los ciervos pueden ser peligrosos si se asustan.
Y por si aún no os habéis dado cuenta, este post ha sido muy, muy especial para mí, así que estos blueberry muffins se los dedico a ella, a mi más que amiga. ¡Gracias, Jen!
- 115 g (½ cup o 1 stick) de mantequilla sin sal
- 150 g (¾ cup) de azúcar blanco
- 2 huevos (L)
- 1 cucharadita de extracto puro de vainilla
- 15 ml (1 cucharada) de leche semidesnatada
- 170 g (¾ cup) de sour cream
- 260 g (2 cups) de harina de trigo floja
- 1 cucharadita de ralladura de limón
- 2 cucharaditas de levadura química (tipo Royal)
- ½ cucharadita de bicarbonato sódico
- ¼ cucharadita de sal
- 225 g (1½ cups aprox.) de arándanos frescos
- Precalentamos el horno (eléctrico y sin aire) a 175ºC y colocamos la rejilla a media altura.
- Colocamos 18 cápsulas de papel en un molde para muffins con 12 cavidades y otro con 6 (o bien, en moldes individuales). Podremos también poner directamente la masa en el molde sin cápsulas de papel, pero entonces deberemos engrasarlo previamente. De esta forma, los bordes quedarán más dorados.
- En un cuenco mediano colocaremos los arándanos lavados y secos. Espolvoreamos con 2 cucharadas de la harina, mezclando con cuidado de no romperlos, y reservamos. De esta forma, no se irán al fondo durante el horneado.
- En otro cuenco aparte tamizamos juntos el resto de la harina, la levadura química, el bicarbonato sódico y la sal. Una vez tamizado todo, añadimos la ralladura de limón, mezclamos con unas varillas y reservamos.
- En otro cuenco mediano mezclamos el sour cream y la leche hasta que queden ambos totalmente combinados y también reservamos.
- En el cuenco de nuestra amasadora, equipada con el accesorio de pala (o en un cuenco grande), batimos ahora la mantequilla durante 1-2 minutos a velocidad media hasta que quede suave y cremosa.
- Añadimos el azúcar y seguimos batiendo durante 3 ó 4 minutos a velocidad media-alta o hasta que adquiera una consistencia esponjosa y ligera y haya aclarado su color inicial.
- Reducimos la velocidad y agregamos los huevos, ligeramente batidos, de uno en uno. Nos aseguraremos de que, antes de añadir el siguiente huevo, el primero esté totalmente integrado.
- Es el turno ahora del extracto de vainilla, que mezclaremos con suavidad hasta integrar.
- Incorporamos, ahora a velocidad baja, los ingredientes secos que teníamos reservados (punto 4) alternándolos, y esto es muy importante, con la mezcla de sour cream y leche (punto 5) empezando y acabando con los primeros, es decir, incorporamos ⅓ de ingredientes secos, mezclamos suavemente, añadimos entonces la mitad de la mezcla de sour cream, mezclamos, añadimos otro ⅓ de ing. secos, mezclamos, añadimos el resto de sour cream y finalmente el último ⅓ de ing. secos restante. En esta última adición apenas mezclaremos la masa; con 10 movimientos será más que suficiente.
- Añadimos los arándanos enharinados y los mezclamos ya a mano con una espátula de silicona utilizando movimientos envolventes sólo hasta que queden repartidos por toda la masa. No pasa nada si queda algún pequeño grumo o rastro visible de harina.
- Con la ayuda de una cuchara de helado o con una cuchara sopera, repartimos la masa por igual entre las 18 cápsulas. Las llenaremos tan sólo unos ¾ de su capacidad.
- Horneamos durante 25-30 minutos hasta que hayan adquirido un ligero tono dorado o hasta que al insertar una brocheta o cake tester en el centro de uno de ellos (elegiremos el que más en el centro se encuentre) salga limpia. Si no fuera así, comprobaremos cada 2 minutos hasta que lo haga.
- Dejamos enfriar sobre una rejilla dentro del molde durante 10 minutos. Pasado este tiempo, sacamos las cápsulas con nuestros muffins de su molde y dejamos enfriar por completo sobre la rejilla.
Si se conservan en un recipiente hermético a temperatura ambiente pueden durar hasta 4 días.
- Resulta muy útil, sobre todo si pensamos hacer muffins, cupcakes o magdalenas con cierta frecuencia, hacernos con una cuchara de helado mediana (4 cm Ø aprox.); repartiremos la masa entre las cápsulas de forma limpia, rápida y por igual.
- Si finalmente la masa no diera para llenar todas las cápsulas que hemos previsto (a veces sucede que a unas personas les salen de más o de menos según el tamaño de las cápsulas empleadas o de la cantidad de masa para cada muffin), nunca dejaremos los huecos del molde vacíos; los llenaremos con 1 cm de agua para evitar que se nos estropee el molde con el calor del horno.
- Día nacional (EE.UU.) de los blueberry muffins: 11 de julio.
Nota de la autora: Imágenes y receta de los blueberry muffins actualizadas a fecha de 3 de marzo, 2021.