Esta vez no pienso hablar de la vuelta a la rutina después de una buena panzada de fiestas navideñas, pero sí he de empezar con una advertencia muy seria;
Sí, sigo en Nueva York. Lo confieso, siento una gran debilidad por la New York Style Cheesecake. No es que el resto de variaciones de esta rica y ya clásica tarta de queso no me convenzan, que también, pero esa consistencia, ese sutil toque cítrico, su cremosidad…
Vuelvo a la carga con otro bundt cake, pero es que quedan tan bien, están tan ricos y son tan sencillos de hacer…
Mirando detenidamente estos muffins de limón con semillas de amapola, no me puedo creer que siete meses atrás publicara la primera receta de muffins del blog y desde entonces no haya caído ninguna otra.
A todos esos «chocoadictos» que me seguís, que sé que sois un buen número, esta receta os va a dejar boquiabiertos y ojipláticos.
Aunque a simple vista es posible que el lector desapercibido no dé de buenas a primeras con la relación entre estos cheesecake cupcakes o tartas de queso en versión individual y el género literario steampunk, la verdad es que, en mi caso, están íntimamente vinculados.
¿Os había dicho ya que los muffins de arándanos son mis preferidos en el mundo entero? De hecho, creo que es «por culpa» de los blueberry muffins de bienvenida que mi amiga Jen nos preparó la primera vez que fuimos a visitarla a ella y a su familia a EEUU, que hoy por hoy estoy aquí.