La receta de hoy, a pesar del nombre tan espectacular que le he dado, es la clásica receta de galletas decoradas de mantequilla. ¿Entonces, os preguntaréis, a qué viene tanto título? Pues bien, hoy la librería infantil alicantina El Elefante en el Sombrero ha celebrado su 2º aniversario y así lo hemos celebrado desde Pemberley Cup & Cakes. Se trata de un lugar único -sólo tenéis que entrar para ver- y así tenían que ser sus galletas.
Hemos pasado un día de ensueño con actuaciones, dedicatorias, mensajes llenos de buenos deseos y cariño. Hemos visto disfrutar a base de bien a los más pequeños de cada casa y hemos disfrutado nosotros tanto o más. Desde aquí los volvemos a felicitar, no sólo por estos dos añitos recién cumplidos, sino también por la labor tan increíble y necesaria que hacen estos «elefantes». Enhorabuena y una vez más ¡feliz cumpleaños!
- 520 g (4 cups) de harina de trigo de uso común (+ harina extra para amasar)
- ½ cucharadita de sal
- 225 g (1 cup) de mantequilla sin sal
- 230 g (2 cups) de azúcar glass
- 1 huevo (XL)
- 2 cucharaditas de extracto puro de vainilla
- 500 g de fondant blanco
- Colorante negro en pasta (he usado "Extra Black" de Sugarflair)
- Azúcar glas, para espolvorear
- En un cuenco mediano tamizamos la harina y la sal y reservamos.
- En el otro cuenco mediano, tamizamos ahora el azúcar glas y también reservamos.
- En el cuenco de la amasadora eléctrica, equipada con el accesorio de pala o en un cuenco grande, batimos la mantequilla a velocidad media durante 1-2 minutos hasta que adquiera una textura cremosa y suave.
- Reducimos la velocidad al mínimo y agregamos el azúcar glas progresivamente. Cuando ya se haya integrado por completo, aumentamos la velocidad de nuevo y seguimos batiendo hasta conseguir una masa esponjosa y ligera y que haya adquirido un color más pálido (2 – 3 minutos).
- Reducimos la velocidad y añadimos el huevo, ligeramente batido, y mezclamos hasta que se integre por completo.
- Agregamos el extracto de vainilla y mezclamos bien.
- Con la espátula de silicona despegamos la masa adherida a los laterales y al fondo del cuenco e incorporamos la harina a la mezcla anterior en tres veces, batiendo a velocidad baja entre una y otra hasta que se combinen todos los ingredientes por completo y obtengamos una masa suave y uniforme.
- Sacamos la masa del cuenco y con las manos la reagrupamos formando una bola más o menos compacta (no ha de ser perfecta). Dividimos la masa en dos y envolvemos bien cada mitad en film transparente. Refrigeramos en el frigorífico durante 1 hora o hasta que hayan adquirido una consistencia lo suficientemente firme como para poder amasarla.
- Precalentamos el horno (eléctrico) a 175ºC (350ºF).
- Preparamos la bandeja del horno cubriéndola con papel de hornear.
- Retiramos una mitad de la masa del frigorífico y la extendemos sobre una superficie de trabajo previamente enharinada con ayuda de un rodillo también enharinado de antemano, hasta conseguir un grosor de 0,5 cm. Iremos girando la masa cada vez que la extendamos para comprobar que no se ha pegado a la superficie.
- Cortamos con un cortapastas redondo (unos 7 cm Ø) previamente enharinado también y las vamos colocando en la bandeja.
- Colocamos la bandeja en el frigorífico durante al menos 15 minutos de forma que las galletas mantengan su forma con el calor del horno.
- Las horneamos durante 10 - 12 minutos o hasta que los bordes estén ligeramente dorados. Entre tanda y tanda guardaremos en el frigorífico la masa sobrante en el cuenco cubierto con film transparente.
- Repetimos el mismo proceso con la otra mitad de masa que nos queda en el frigorífico.
- Cuando las saquemos del horno las dejamos en la bandeja durante 1 minuto antes de traspasarlas con una espátula metálica a una rejilla para que se terminen de enfriar por completo. Una vez frías ya podremos decorarlas.
- Dividimos el fondant en tres partes de la siguiente manera: ¼ lo dejamos blanco y la cantidad sobrante la dividimos en dos partes iguales; una de estas partes la teñimos con el colorante negro hasta obtener un tono gris un poco oscuro y la otra la teñimos de negro totalmente. Para conseguir el color deseado, iremos añadiendo colorante poco a poco con un palillo (siempre podremos oscurecer, pero una vez teñido ya no podremos aclarar).
- Antes de extender el fondant, hemos de amasarlo en nuestras manos durante unos minutos para ablandarlo. Empezamos extendiendo el fondant gris hasta obtener una capa muy fina con un rodillo para fondant sobre la superficie de trabajo previamente espolvoreada con azúcar glas. También espolvorearemos el rodillo.
- Lo cortamos con el mismo cortapastas que usamos para cortar las galletas.
- Pintamos ligeramente con la ayuda de un pincel mojado en agua la cara inferior del círculo gris de fondant y lo colocamos sobre una galleta bien centrado.
- Repetimos esta operación desde el punto 2 hasta el punto 4 con el fondant negro utilizando un cortapastas ligeramente más pequeño que el anterior.
- Volvemos a repetir con el fondant blanco la misma operación utilizando ahora un cortapastas aún más pequeño que el que acabamos de usar con el color negro.
- Con el resto de fondant negro formamos bolitas pequeñas y las aplastamos hasta conseguir los círculos que irán en la parte central de nuestro "ojo".
Estas galletas se pueden conservar en un recipiente con cierre hermético a temperatura ambiente durante varios días colocando un cuadradito de papel de horno entre una y otra.
- Antes de volver a poner una nueva tanda en la bandeja, hemos de esperar a que ésta se enfríe.
- Cuando están calientes, las galletas tienen una consistencia muy blanda y por lo tanto son muy frágiles, así que hay que manipularlas con cuidado. Conforme se enfrían se endurecen.
- Mucha atención, el colorante nos manchará las manos, así que hemos de tener la precaución de no tocar nada hasta que consigamos lavárnoslas bien a fondo o utilizar guantes de latex.
- En vez de teñir el fondant blanco, también podemos comprarlo ya del color que necesitemos directamente. En este caso, como de antemano no sabía cuánto iba a necesitar de cada color, preferí ir tiñéndolo según lo iba necesitando.
- Día nacional de las sugar cookies: 9 de julio.