Madeira Cake {otro imprescindible en tu afternoon tea}

Quien bien me conoce, sabe que no cabe ni preguntar si estoy disponible para asistir a un espléndido afternoon tea. Lo mismo me sucede a la hora de prepararlo. Así que, queridos lectores míos, volvemos a montarnos nuestra propia tea party, esta vez cortesía de toda una señora que responde al nombre de Madeira Cake. Yo ya he cogido sitio…

Madeira Cake (un clásico entre los clásicos)

Madeira close-up

Lo que me llama la atención es que, pese a llevar deleitando a propios y a extraños desde hace ya dos (algunos sostienen que hasta tres) siglos —una de las primeras recetas publicadas de las que tenemos constancia hoy en día data de 1845—, esta Madeira Cake no ha cosechado la fama que otros de sus congéneres, como es el caso de la majestuosa aunque siempre sencilla Victoria Cake, los modositos pero arrebatadores scones o la omnipresente lemon cake entre otros.

Pastel de Madeira

Se trata de una receta muy sencilla, básica más bien. Con tan sólo un puñado de ingredientes de lo más común —mantequilla, azúcar, huevos y harina— y un toque de limón (a veces, naranja), podremos disfrutar de una Madeira Cake en un abrir y cerrar de ojos. Porque además no requiere de ninguna técnica especial; consiste simplemente en batir azúcar y mantequilla, añadir huevos y finalmente harina. Y ya. De hecho, es muy similar a la también clásica pound cake, aunque algo más densa. Lo que realmente la caracteriza es que se suele terminar de decorar con corteza de limón confitada sobre su superficie. Eso es todo. Vamos, que no te dará ni pereza hacerla cada dos por tres porque en nada te alegra un café, un desayuno y por supuesto una tarde de té y pastas.

Lemons. A must.

He de admitir que estoy enamorada de esta bolsa de rejilla de algodón que tanto me recuerda a cuando me iba de pequeña al mercado con mi madre a hacer la compra. La encuentras en este y en una gran variedad de colores en la tienda online Claudia & Julia.

Pero como no podía ser de otra forma, su nombre es, una vez más, motivo de confusión entre muchos. Pese a llamarse Madeira Cake, este reconfortante bizcocho no procede de la famosa isla portuguesa ni está elaborada con su aclamado vino. Se trata en realidad de una receta típica e intrínsecamente británica. Pero entonces, ¿a qué viene tan folclórico nombre? Realmente acabó recibiendo esta denominación porque allá por el siglo XIX, a la sociedad más distinguida del Reino (Unido, se entiende) le dio por tomarse su copita de Madeira acompañada de cierto bizcocho tan sencillo como delicioso con el que maridaba a la perfección. Y así, sin más (porque no hace falta más) esta bien avenida pareja se hizo tan popular que el susodicho bizcochuelo empezó a asociarse con este tipo de vino hasta el punto de que acabó por cogerle prestado el nombre.

Madeira slice

Hoy por hoy, y como os contaba al principio, esta Madeira Cake se ha convertido, con o sin su fiel compañero, en una de las invitadas de honor más habituales del icónico afternoon tea. Así es como yo la he probado y os aseguro que una buena taza de té es un acompañamiento igualmente (si no más) ideal. ¿Me acompañas? Te espero al toque de la quinta campanada.

Afternoon tea Madeira cake

Madeira Cake {otro imprescindible en tu afternoon tea}
 
Tiempo de Prep. (esperas incl.)
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Tipo de receta: Breakfast, Brunch & Tea
Origen: British
Raciones: 8 porciones
Ingredientes
(Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que se indique lo contrario)

  • 175 g (3/4 cup + 1 cucharada) de azúcar superfino (caster sugar)*
  • Ralladura de 1 limón mediano (libre de ceras)
  • 175 g (3/4 cup + 1 cucharada) de mantequilla sin sal
  • 3 huevos (L)
  • 200 g (1½ cups) de harina bizcochona o leudante**
  • 50 g ( ½ cup ) de almendra finamente molida
  • 2-3 cucharadas (30-45 ml) de leche entera (para aligerar)
  • Piel de limón confitada
Elaboración
  1. Precalentamos el horno (eléctrico y sin aire) a 160ºC (325ºF) con calor sólo abajo y colocamos la rejilla del horno en la parte central.
  2. Engrasamos bien un molde redondo para tartas de 18 cm de Ø (7-inch) y al menos 8 cm (3¼ inches aprox.) de altura, cubrimos la base con papel de hornear, ajustado al diámetro del molde, y volvemos a engrasar sobre el papel. Reservamos.
  3. En un cuenco amplio, tamizamos la harina junto con la almendra molida y reservamos.
  4. Colocamos el azúcar superfino y la ralladura de limón en un cuenco mediano aparte y friccionamos bien con las yemas de los dedos para que el azúcar se impregne de los aceites de la piel del limón (quedará como humedecida).
  5. En el cuenco de nuestra amasadora eléctrica, equipada con el accesorio de pala (o en un cuenco amplio aparte), batimos a velocidad media-alta la mantequilla junto con el azúcar aromatizado durante unos 3-4 minutos hasta que obtener una textura esponjosa y visiblemente más pálida. Con ayuda de una espátula de silicona, despegamos los restos de mezcla de los laterales del cuenco y de la pala y combinamos con el resto.
  6. Seguidamente, vamos añadiendo los huevos, siempre de uno en uno y batiendo bien a velocidad ya más baja hasta integrar por completo cada huevo antes de añadir el siguiente (puede que la mezcla acabe con un aspecto como si estuviera cortada; es normal, al añadir la harina quedará homogénea).
  7. A continuación, agregamos las harinas que teníamos reservadas y mezclamos con suavidad lo justo hasta que quede todo integrado. En caso de utilizar la amasadora, para evitar mezclar en exceso (lo que se traduciría en una miga demasiado densa y pesada), los últimos movimientos los podemos hacer a mano con la espátula.
  8. Finalmente, añadimos la leche (cucharada a cucharada, hasta que la mezcla adquiera una consistencia que le permita caer lentamente de la espátula), empleando también movimientos suaves y ligeros.
  9. Vertemos la mezcla en el molde que teníamos preparado, alisamos la superficie y horneamos inicialmente 35 minutos. Pasado este tiempo, abrimos el horno y colocamos la piel de limón confitado sobre nuestra Madeira Cake y horneamos 20-25 minutos más hasta que al insertar una brocheta o cake tester en el centro, esta salga seca y limpia de migas.
  10. Dejamos reposar dentro del molde durante 10 minutos antes de desmoldar y la dejamos enfriar por completo sobre una rejilla enfriadora antes de servir.

    Se conserva durante unos 3 días a temperatura ambiente bien cubierta.
    Firma Rosa M Lillo
Notas
- *El azúcar extrafino es muy común en la repostería de origen británico; se disuelve muy fácilmente en las mezclas para bizcochos, merengues, etc. Si no dispones de azúcar extrafino en casa (o no das con él), es tan sencillo como moler azúcar blanco normal (en un molinillo de café o en el accesorio para picar de la batidora) hasta que los cristales del azúcar queden más pequeños.
- **La harina bizcochona o leudante es un tipo de harina muy utilizado también en la repostería de origen británico. No es más que harina floja (de uso común) en la que el impulsor químico (levadura tipo Royal) y la sal ya vienen incorporados. Si no das con ella, para esta receta mezcla 240 g de harina floja junto con 8 g (1¾ cucharaditas) de impulsor químico y 3 g (1/2 cucharadita) de sal.
- Puedes perfectamente prescindir de la almendra molida e incrementar el peso de la harina esos 50 g. Personalmente encuentro que la almendra le da una textura exquisita a la miga de este bizcocho.
- Como la piel del limón es clave en esta receta para conseguir ese toque genuino que buscamos (tanto la ralladura para aromatizar como la corteza para decorar), es imprescindible elegir limones orgánicos o que no hayan sido tratados con ceras.
- Si quieres hacer tu propia piel de limón confitada, corta un limón en rodajas más o menos finas (unos 5 mm aprox.), retira la pulpa con la punta de un cuchillo pequeño bien afilado (deja una fina capa de la membrana blanca) y corta cada rodaja por la mitad. Coloca las tiras en un cazo mediano con unos 300 ml de agua a fuego medio-fuerte y lleva a ebullición. Retira el agua, añade agua de nuevo (la misma cantidad) y espera a que rompa a hervir otra vez. Repite esta operación una vez más y reserva las tiras de limón sobre un trozo de papel absorbente (así quitamos el amargor de la piel). Mientras, coloca 265 g de azúcar junto con 320 ml de agua en el mismo cazo, remueve con suavidad a fuego medio-alto hasta que el azúcar se haya disuelto. Añade entonces las tiras de limón, reduce el fuego al mínimo y deja cocer (sin tapar) durante unos 45-60 minutos hasta que la piel quede tierna y translúcida. Deja escurrir sobre una rejilla y espera unos 10-15 minutos; pasado este tiempo pasa la piel de limón ya confitado por azúcar (opcional) y deja secar a temperatura ambiente unas 8 horas. Ya que te pones, puedes hacer de sobra y almacenar; se conserva en un recipiente hermético refrigerado durante unas 6-8 semanas. El almíbar de limón sobrante también lo puedes conservar en un recipiente hermético en la nevera para otros usos.
- También es habitual preparar esta Madeira Cake en un molde rectangular (loaf pan). Es posible que el tiempo de horneado varíe con respecto al molde redondo, así que habremos de estar bien atentos para que no se nos cueza de más ni de menos (iremos comprobando la miga, pinchando el centro con una brocheta, pasados los primeros 40 minutos).

Fuentes: BBC Food, The Telegraph, Great British Chefs, et. al.

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