Key Lime Pie {Tarta de lima}

He perdido la cuenta de la de años que llevaba queriendo hacer esta receta. Cada vez que me tropezaba con la imagen de un key lime pie —y han sido unas cuantas—, me daba cuenta de que seguía pendiente, pero sin saber muy bien por qué acababa decidiéndome por hacer otra cosa. Hasta hoy. Así que al fin he podido tacharlo de mi lista de recetas por hacer y reconozco que, además de haber disfrutado de una experiencia del todo sublime tal y como imaginaba, me ha dado una satisfacción enorme poder colocar ese tan ansiado junto a su nombre. ¡Ay, las listas de pendientes, toda una ciencia! ¿Y vosotros, sois de hacer listas también?

Para los que aún no hayáis tenido el placer —y enfatizo la idea de «aún»—, un key lime pie (o una tarta de lima) es un postre tradicional de la cocina estadounidense, particularmente de los cayos (keys) de Florida, de donde las key limes (y por tanto esta tarta) reciben su nombre. El relleno, que se presenta sobre una base de masa quebrada o de galleta (según las distintas preferencias) se elabora a base de yemas de huevo, leche condensada y una buena dosis de zumo de lima. ¡Y ya está! La versión más tradicional suele acompañarse de merengue, aunque es muy habitual hoy en día sustituirlo por nata montada azucarada o chantilly. Si habéis empezado ya a preguntaros ¿y dónde diantres encuentro yo ahora estas dichosas limas?, que no cunda el pánico, la receta la podéis preparar perfectamente con las limas que soléis encontrar en vuestra frutería o en el súper; el resultado será igualmente asombroso. La diferencia más destacada entre unas y otras es que las utilizadas en los key lime pies originales son ligeramente más ácidas y aromáticas que las que comúnmente empleamos en nuestro día a día (siendo las variedades de lima ácida y lima persa las más extendidas). Su aspecto también difiere del resto en su color externo, de un amarillo más pálido, al igual que su zumo.

Key Lime Pie (Tarta de lima)

Key Lime Pie (Tarta de lima)

Pese a la sencillez de su elaboración y lo común de sus ingredientes —si pasamos por alto el tema del origen particular del su principal ingrediente—, la idea de cómo debe ser el key lime pie perfecto no está exenta de polémica. Los más fervientes aficionados a este icónico postre no parecen llegar a un acuerdo sobre varios aspectos relacionados con su preparación. Algunos defienden que la versión en la que base está elaborada con masa quebrada es la «reglamentaria», otros, sin embargo, son partidarios de la base de galleta y algunos argumentas que las primeras tartas no incluían ningún tipo de base. Como os avanzaba al principio, el tema del acompañamiento tampoco deja indiferentes a los más adeptos, pues recubrirla de merengue es incuestionable para los más devotos del sabor por lo genuino, otros prefieren optar por la nata montada y los hay incluso que sostienen que ni lo uno ni  lo otro, a palo seco.

Key Lime Pie (Tarta de lima)

Key Lime Pie (Tarta de lima)

La cuestión del horneado también enfrenta a sus simpatizantes, pues al parecer, en un principio la receta no recogía el paso por el horno; la reacción del ácido de la lima al contacto con la leche condensada (thickening o «engrosamiento») era más que suficiente para que el relleno quedara cuajado sin necesidad de hornear. Sin embargo, la presencia de huevos en la receta sin una cocción previa no convence a muchos hoy por hoy, por lo que se prefiere hornear el relleno durante un breve periodo de tiempo; esto contribuye además a que la consistencia final quede más firme que con el método sin horno. Obviamente, los defensores más puristas argumentan que el hecho de someter la tarta a esas temperaturas altera el sabor genuino que la lima proporciona al conjunto. Difícil tarea ésta ¿eh? En lo que todo el mundo parece coincidir es en que el color del relleno ha de ser amarillo y no verde, como ha sido el caso en ocasiones.

Por si no hubiera con esto suficiente controversia, su origen también parece suscitar no poco debate, pues nadie ha sido aún capaz de documentar ni asegurar quién fue el creador de tan disputada receta. Por un lado tenemos a William Curry (1821-1896), recuperador de barcos y el primer millonario de Florida, a cuya cocinera, Aunt Sally, se le ha atribuido la creación del key lime pie a finales del siglo XIX. Sin embargo, son muchos los que sostienen que fueron los pescadores de esponjas de la zona los responsables (de los que Aunt Sally puedo incluso haber sacado la receta), pues pasaban largos periodos de tiempo en el mar y, puesto que los márgenes de beneficios del negocio no eran demasiado altos, la variedad de provisiones que los pescadores cargaban en sus barcos era más bien limitada —algo de azúcar, huevos, leche condensada (mucho más accesible y fácil de conservar que la leche fresca), galletas, frutos secos y zumos de lima y otros cítricos. La tarta, además, podía preparase, como hemos visto, sin necesidad de horno. Vamos, el escenario ideal para ponerse a inventar el key lime pie 😉

Key Lime Pie (Tarta de lima)

Pero no fue hasta los años treinta cuando se documento por escrito la primera referencia a una receta del invento, aunque por aquel entonces todo el mundo sabía ya cómo prepararla. Sin embargo, el huracán que asoló la zona en 1926 prácticamente acabó con las plantaciones de limas de los cayos en el sur de Florida y muchos de los agricultores optaron por replantar los campos con limas persas tras el desastre, mucho más fáciles de recolectar y de transportar. Hoy en día es casi una utopía dar con aquella variedad de limas en los mercados (al área de Miami puede que sea la única excepción), reduciéndose el número de limeros existentes a cultivos o incluso jardines particulares y su mínima producción rara vez abandona el área de los cayos de Florida, donde el key lime pie acabó considerándose tarta oficial. Prácticamente, todos los hogares cuentan orgullosos con su propia receta y prácticamente todos mantienen que es la única y auténtica versión de la tradicional tarta.

Aun con todo, el punto que parece reconciliar los ánimos en todos los frentes es que se trata, sin duda, de un bocado realmente excepcional. La combinación de la acidez que aporta la lima junto con el dulzor de la leche condensada (y el acompañamiento, en su caso, de la nata azucarada) es toda una explosión de sabor en el paladar. Su textura suave y cremosa es realmente única y el contraste con la base crujiente de galleta todo un cierto. Entiendo que tener que encender el horno pueda desanimar a algunos, pero os puedo asegurar que pocos postres, a excepción de los helados y similares, pueden llegar a resultan tan refrescantes y deliciosos. Así que que no os dejen sin vuestro key lime pie esos minutejos de nada de horno…

Fuentes: What’s Cooking America, Epicurious, Wikipedia, et al.

Key Lime Pie {Tarta de lima}
 
Tiempo de Prep. (esperas incl.)
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Tipo de receta: Pies & Tarts
Origen: American
Raciones: 1 tarta de 23 cm ø
Ingredientes
(Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que se indique lo contrario)
Para la base:
  • 250 g (2 ½ cups) de galletas de desayuno (tipo Digestive), finamente trituradas
  • 25 g (2 cucharadas) de azúcar blanco
  • ¼ cucharadita de sal
  • 85 g (6 cucharadas) de mantequilla sin sal, derretida
Para el relleno:
  • 3 yemas de huevo (L)
  • 395 g (14 oz) de leche condensada
  • 120 ml (½ cup) de zumo de lima recién exprimido (unas 3 limas)
  • 1 cucharada de ralladura de lima (sólo la piel; evitar la membrana blanca)
Para el topping:
Elaboración
De la base:
  1. Precalentamos el horno (eléctrico y sin aire) a 175ºC (350ºF) y colocamos la rejilla en la posición central del horno.
  2. Engrasamos en interior de un molde redondo para pies de unos 22-23 cm ø. Reservamos
  3. En un cuenco amplio combinamos bien las galletas, finamente trituradas, el azúcar blanco, la sal y la mantequilla derretida hasta obtener una mezcla uniforme.
  4. Seguidamente, repartimos la mezcla anterior sobre la base y la altura de los laterales del molde, presionando bien con el reverso de una cuchara o las yemas de los dedos para que quede una superficie lisa y compacta.
  5. A continuación, horneamos durante 10 minutos y dejamos enfriar sobre una rejilla mientras preparamos el relleno.
Del relleno:
  1. En el cuenco de nuestra amasadora eléctrica, equipada con el accesorio de varillas (o en un cuenco grande con ayuda de unas varillas de mano) batimos las yemas de huevo enérgicamente durante unos 3-4 minutos hasta que queden ligeramente esponjosas y de un color visiblemente más pálido.
  2. Seguidamente, empezamos a incorporar la leche condensada a las yemas poco a poco y sin dejar de batir durante unos 5 minutos hasta que adquiera una consistencia más ligera y esponjosa.
  3. Despegamos los restos del cuenco con ayuda de una espátula de silicona, incorporamos el zumo y la ralladura de lima y combinamos.
  4. Finalmente, vertemos el relleno sobre la base que teníamos reservada, movemos el molde suavemente sobre la encimera para que se asiente bien el relleno, se deshagan las posibles burbujas de aire de su interior y se alise la superficie y horneamos durante unos 10 - 15 minutos hasta que haya cuajado sin que llegue a dorarse (terminará de cuajarse completamente conforme se vaya enfriando).
  5. Retiramos del horno y dejamos enfriar por completo dentro del molde sobre una rejilla. Una vez totalmente fría nuestra tarta, la cubrimos y refrigeramos durante al menos 4 horas (mejor incluso si puede ser durante toda la noche).
Del acompañamiento:
  1. Una vez tengamos nuestra tarta perfectamente refrigerada, preparamos el toque final y definitivo. Vertemos la nata en el cuenco de nuestra amasadora eléctrica, equipada con el accesorio de varillas (o en un cuenco amplio con ayuda de unas varillas de mano) y empezamos a batir, primero suavemente para que no salpique y conforme vaya adquiriendo consistencia, empezamos a aumentar la velocidad al tiempo que añadimos el azúcar de manera gradual hasta conseguir una consistencia más firme. Dejaremos de batir cuando alcancemos una consistencia que mantenga su forma al levantar las varillas. Es muy importante no batir la nata en exceso más allá de la consistencia correcta, pues de lo contrario se cortaría y tendríamos que descartarla y volver a empezar.
  2. Para terminar podemos o bien aplicar la nata montada sobre nuestra tarta simplemente con una cuchara o utilizar una manga pastelera y una boquilla decorativa de nuestra elección.

    Se conserva refrigerada unos 4-5 días (¡si es que dura todo ese tiempo!).

    Firma Rosa M Lillo

Notas
- Para montar la nata sin problemas es muy importante respetar la cantidad de materia grasa (MG) indicada; por debajo del 35% es muy difícil conseguir una buena consistencia. Para facilitar las cosas es imprescindible trabajar con la nata lo más fría posible. Si además tenemos en cuenta la previsión de introducir también en el frigorífico tanto el cuenco como las varillas que vayamos a utilizar antes de empezar con la receta, la nata se montará mucho mejor y más rápido.
- Día nacional (EEUU) del key lime pie: 26 de septiembre.

Receta adaptada de Joy of Baking

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