Y por fin la receta que siempre he querido preparar creo que casi desde el primer día que empecé en esto de la repostería; un formidable blueberry roll tamaño XXL horneado en mi recién estrenada skillet. Es posible que detectéis un tono ligeramente exaltado a lo largo de toda la descripción previa a la receta, pero os aseguro que no exagero en absoluto. Eso sí, a aquellos corazones fácilmente impresionables, desde ya os prevengo que ignoréis esta absoluta delicia; existe un alto riesgo de sufrir una severa conmoción.
Muchos sois los que ya conocéis mi irremediable fascinación por los arándanos. Prueba de ello son las varias y variadas recetas que llevo publicadas en el blog hasta la fecha con esta fantástica fruta. Y ahora que por fin me hice con mi soñada skillet he podido realizar mi sueño. AVISO: Haréis bien en cuidaros de toda criatura viviente en posesión de una skillet, pues se avecina una muy probable indigestión por skillet en un futuro no muy lejano. Pero no son sólo los arándanos lo que me vuelve loca de esta receta; las virtudes de su masa son prácticamente casi imposible de describir con palabras. Es deliciosa y tierna y jugosa y esponjosa y suculenta y exquisita… Y podría seguir así hasta el fin de los tiempos.
Así que ahora imaginad la combinación; un buen puñado de magníficos arándanos arropados por una espectacular masa como esta. Sí, ya oigo algunas mandíbulas desencajadas desde aquí. Y ya pueden, porque después de este ejercicio de imaginación, aún tenéis una tarea extra: una vez hayáis recreado el cuadro completo (y hayáis conseguido cerrar la boca), probad a rociarlo todo con un formidable glaseado de queso cremoso con un toque cítrico. Exacto. ¿Es o no algo sobrenatural? Aun así, este toque final es totalmente opcional, porque esta exquisitez se sobra y se basta por sí misma para hacer las delicias de los paladares más exigentes.
Y sin embargo, he de advertiros de un pequeño detalle. Este portento de receta requiere tanta disposición a la hora de comerla como paciencia a la hora de prepararla. Toda vuestra cocina corre el riesgo de acabar rebozada en un buen desbarajuste azucarado con un alarmante tinte en varios tonos magenta. Y no sólo la cocina, las manos, el pelo, la ropa, el móvil… Nada que un simple bocado no pueda solucionar.
Ya casi estamos, pero antes de dejaros con la receta, os tengo que comunicar que a partir de ahora habrá una pequeña modificación en la frecuencia de las publicaciones del blog. He decidido publicar nuevas recetas cada dos semanas, en lugar de la publicación semanal habitual hasta la fecha. La idea es poder dedicar a cada entrada la atención que merece, que merecéis, más bien. Espero que no os suponga una gran molestia y confío en seguir contando con todos vosotros igualmente.
Así que sólo me queda una última cuestión: glasear o no glasear este Giant Skillet Blueberry Roll. Vosotros decidís… 😉 (a mí no me ha dado tiempo a elegir; sin darme cuenta y sin saber muy bien cómo, ya estaba cubriéndolo todo… )
Skillet de Le Creuset utilizada en esta receta de Claudia & Julia
- 120 ml (½ cup) de agua templada (45ºC - 110 degrees F aprox.)
- 12 g de levadura fresca de panadería
- 50 g (¼ cup) de azúcar blanco
- 60 ml (¼ cup) de leche templada (45ºC - 110 degrees F aprox.)
- 40 g (3 cucharadas) de mantequilla sin sal, derretida y templada
- 1 huevo (L)
- 1 cucharadita de sal
- 360-390 g (2 ¾ - 3 cups) de harina de trigo floja
- 50 g (¼ cup) azúcar blanco
- 1 cucharadita de ralladura de limón (ojo, sólo la parte amarilla)
- 40 g (3 cucharadas) de mantequilla sin sal
- ¼ cucharadita de sal
- 70 g (¼ cup) de rapsodia de arándanos (o, en su defecto, cualquier mermelada de esta fruta de buena calidad)
- 140 g (1 cup) de arándanos frescos
- 85 g (3 oz) de queso cremoso (tipo Philadelphia, Mascarpone...)
- 115 g (1 cup) de azúcar glass
- 1 cucharada (15 ml) de zumo de limón recién exprimido
- 1-2 cucharadas (15-30 ml) de leche
- Empezaremos apartando unos 100 g (¾ cup) de la harina.
- A continuación, disolvemos una cucharadita del azúcar en el agua templada, añadimos la levadura desleída y dejamos reposar unos 10 minutos sin remover para que ésta vaya actuando.
- Mientras tanto, colocamos la leche templada, el resto del azúcar, el huevo, la mantequilla y la sal en el cuenco de nuestra amasadora (o un cuenco grande) y combinamos con unas varillas hasta obtener una mezcla uniforme.
- Seguidamente, añadimos los 290 g (2¼ cups) restantes de la harina y mezclamos con suavidad hasta que ésta quede más o menos bien integrada (no es necesario esmerarse en exceso aún a la hora de mezclar).
- Agregamos entonces la mezcla de levadura y seguimos mezclando hasta que quede todo más o menos combinado.
- A continuación, vamos añadiendo el resto de la harina que teníamos reservada de forma gradual, una cucharada cada vez, mientras amasamos con el accesorio de gancho (si estamos utilizando amasadora eléctrica) durante unos 5-6 minutos. También podemos hacer todo el amasado a mano sobre una superficie de trabajo, ligeramente enharinada, durante unos 8-10 minutos has. En este último caso, dejaremos de amasar cuando la masa se despegue con facilidad de la superficie y de nuestras manos y haya adquirido una textura suave y elástica (aunque algo pegajosa aún). Le damos entonces forma de bola y pasamos al punto 8.
- Si hemos empezado a amasar con la amasadora, pasado el tiempo indicado, transferimos igualmente la masa a una superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y terminamos de amasar a mano durante unos 3-4 minutos más (es posible que necesitemos añadir algo más de harina para espolvorear la masa y nuestras manos en este punto mientras amasamos). Sabremos que nuestra masa está perfectamente amasada cuando quede más o menos uniforme y elástica y se despegue sin demasiada dificultad de la superficie de trabajo y de nuestras manos, aunque aún seguirá ligeramente pegajosa (es posible que no necesites utilizar toda la harina reservada). Llegados a este punto, formamos una bola con la masa.
- Recubrimos bien un cuenco amplio con unas gotas de aceite vegetal, y colocamos la bola de masa en su interior, girándola unas cuantas veces para que la película de aceite la impregne por toda su superficie, y cubrimos con film transparente, bien ajustado a los bordes del cuenco.
- Colocamos el cuenco en un lugar cálido y alejado de las corrientes de aire y dejamos levar durante unas 1-1½ horas o hasta que doble su volumen.
- Una vez levada nuestra masa, la volcamos de nuevo sobre la superficie de trabajo,, ligeramente enharinada, y la desgasificamos, presionando con los nudillos 3-4 veces para expulsar los gases formados durante el proceso de levado.
- Estiramos la masa con las manos hasta conseguir un rectángulo de unos 35 x 20 cm (14 x 8-inch) y 1 cm (½ inch) de grosor y dejamos reposar mientras preparamos el relleno.
- Engrasamos una skillet de unos 23 cm (9-inch) de Ø (en su defecto, también podemos utilizar un molde tradicional redondo, apto para el horno, de estas mismas dimensiones). Reservamos.
- En un cuenco mediano, mezclamos la ralladura de limón con el azúcar, friccionando concienzudamente para que se liberen los aceites de la piel del limón, hasta que queden ambos bien integrados. Reservamos.
- Con ayuda de un pincel de repostería untamos bien toda la superficie de la masa estirada de manera uniforme.
- A continuación, esparcimos el azúcar aromatizado por toda la capa de mantequilla, así como la sal.
- Con un cuchillo largo y bien afilado, cortamos la masa a lo largo en tiras de unos 3 cm de ancho.
- Procedemos a colocar las tiras de masa, de una en una, en forma de espiral, empezando desde el centro de la skillet (o molde) con la cara con el relleno hacia dentro.
- Trabajaremos a la par colocando las tiras de masa, los arándanos y la rapsodia de arándanos (o mermelada) de la siguiente manera: con ayuda de un pincel de repostería, embadurnamos la cara exterior de cada tira y colocamos los arándanos frescos contra ella. Hemos de ajustar bien las tiras de masa entre sí para que no queden holgadas y acabemos con huecos no deseados en nuestro blueberry roll final.
- Una vez finalizado todo el proceso, cubrimos con film transparente (esta vez, de forma holgada sobre nuestro roll) y dejamos levar de nuevo durante unos 45 minutos.
- Unos 20 minutos antes de que transcurra el tiempo de este segundo levado, precalentamos el horno (eléctrico) a 190ºC (375 degrees F) y colocamos la rejilla del horno a media altura.
- Una vez levado nuestro blueberry roll, horneamos durante unos 25-30 minutos hasta que adquiera un bonito tono dorado. Si vemos que se dora demasiado para nuestro gusto, podemos cubrirlo con papel de aluminio durante los últimos 15 minutos.
- En un cuenco mediano, batimos el queso crema enérgicamente hasta obtener una textura suave y sin grumos.
- Seguidamente, añadimos el zumo de limón y 1 cucharada de leche y seguimos mezclando hasta combinar por completo.
- Para finalizar, vamos incorporando progresivamente el azúcar glass, previamente tamizado, mientras seguimos mezclando hasta obtener una consistencia cremosa y uniforme (si hubiera quedado demasiado denso, añadiríamos otra cucharada de leche).
- Vertemos generosamente sobre nuestro blueberry roll aún caliente.
Se conserva tierno bien cubierto a temperatura ambiente durante 1-2 días, aunque lo mejor es comerlo recién hecho.
- Para esta receta, podéis utilizar igualmente arándanos congelados. No es necesario descongelarlos previamente, pero sí deberéis aumentar el tiempo del segundo levado hasta 1 - 1½ horas debido a las bajas temperaturas de la fruta en contacto con la masa.