Aunque es posible que algunos no los hayáis probado (aún), casi todos reconocemos estas rosquillas o galletas saladas y horneadas en forma de lazo o nudo llamadas pretzels. Básicamente existen dos categorías: los pretzels tipo galletita salada (más duros y crujientes) y los pretzels tipo bollo o pan suave (más tiernos y blanditos), como los que aquí os presento.
A pesar de que son muchos los que reclaman su origen aquí o allá, parece ser la mayoría coincide en situarlo en Alemania, en especial en Baviera, cuna del pretzel original, donde la tradición en torno a este aperitivo o tentempié tiene sus raíces profundamente arraigadas desde hace siglos. Aun así, con el paso del tiempo su fama comenzó a traspasar fronteras y hoy por hoy es también tremendamente popular en América del Norte, la región francesa de Alsacia y Australia. Su nombre proviene de la palabra alemana Bretzel (o Brezel), derivada a su vez de la voz latina bracellus (‘brazo pequeño’), pues su forma recuerda a dos brazos entrelazados (¡qué abrazo tan exquisito, ¿verdad?!).
Hoy en día, los pretzels son todo un icono en Estados Unidos, pero fue a finales de siglo XVIII cuando los inmigrantes del sur de Alemania junto con los suizo-germánicos (conocidos como los Pennsylvania Dutch) los introdujeron en Norte América. Con el tiempo, este panecillo con su nudo característico comenzó a elaborarse en un buen número de panaderías artesanales a lo largo y ancho del estado de Pensilvania y poco a poco su popularidad fue propagándose por todo el territorio.
Ya en el siglo XX, la fama de los pretzels, y por lo tanto su consumo, había alcanzado otras regiones de los Estados Unidos; ciudades como Filadelfia, Chicago y Nueva York empezaron a rivalizar por sus pretzels, hasta el punto de que hoy en día no sólo se venden en hornos y panaderías, sino que en cualquier momento y en cualquier lugar, por extraños que te puedan llegar a parecer, puedes zamparte uno de estos recién hecho, ya que se encuentran en un sinfín de puestos callejeros (al igual que los perritos calientes y las hamburguesas).
Sin embargo, el pretzel sigue siendo todo un icono de la ciudad de Filadelfia, Pensilvania, donde se produce alrededor del 80% de los pretzels estadounidenses, tanto del tipo galleta crujiente como del de tipo bollo salado. La zona sureste de este estado, con su gran población de origen alemán, es considerada la cuna de la industria del pretzel estadounidense.
La verdad es que, a pesar de esa pinta irresistible que tienen, esta receta venía picándome la curiosidad desde hacía algún tiempo debido a todo un cúmulo de circunstancias: una gran amiga mía, con un gran gusto culinario —y fiel seguidora de este humilde blog, dicho sea de paso—, ya me había empezado a preguntar que qué había hecho yo con los pretzels que seguían sin aparecer en el recetario de Pemberley ( 😉 Ali, ya están aquí); Silvia Franconetti había publicado recientemente un post sobre ellos en su magnífico blog Amigastronomicas. Todo eran señales. Pero hay una peculiaridad en torno a esta receta que me volvía loca por encima de todas las cosas y que hasta ahora no había visto en la elaboración de ningún otro producto horneado: ¡estos pretzels se hierven durante unos segundos en agua y bicarbonato antes de meterlos en el horno!
¿Que por qué se hierven? Pues parece ser que esto ayuda a que mantengan su forma y les otorga esa miga suculenta y deliciosa, así como esos tono y textura exteriores tan irresistibles debido a una reacción química algo compleja (vamos, casi mágica), pues es el bicarbonato, y no otro, el culpable de ese tono dorado intenso espectacular y ese sabor auténtico tan característicos. Además, ese paso contribuye a que retengan un mayor índice de humedad, por lo que su ternura está más que asegurada. Así que sí, puedes saltarte este paso y no hervirlos, pero todo tiene un precio: adiós a la textura, al sabor y al aspecto propios de un pretzel tal y como lo conocemos, así que realmente no podrá considerársele un soft pretzel como tal. ¿Te arriesgarías? Yo lo tengo clarísimo.
- Aceite vegetal
- 360 ml (1 ½ cups) de agua templada (NO caliente)
- 12,5 g (1 cucharada) de azúcar blanco
- 1½ cucharaditas de sal
- 6 g (2 ¼ cucharaditas) de levadura seca de panadería
- 585 g (4 ½ cups) de harina de trigo floja
- 55 g (¼ cup) de mantequilla sin sal derretida
- 2½ litros (10 cups) de agua
- 190 g ( ⅞ cup aprox. ) de bicarbonato sódico
- 30 g (2 cucharadas) de mantequilla sin sal derretida (también puedes utilizar yema de huevo rebajada con unas gotas de agua)
- Sal gorda o en escamas
- Untamos ligeramente el interior de un cuenco grande con aceite vegetal y reservamos.
- Cubrimos la bandeja del horno con papel vegetal de hornear y reservamos igualmente.
- En el cuenco de nuestra amasadora (o en otro cuenco grande), mezclamos el agua templada, el azúcar y la sal y a continuación añadimos la levadura. Lentamente disolvemos todos los ingredientes con ayuda de unas varillas y dejamos reposar unos 5 minutos o hasta que la mezcla espumee.
- A continuación, añadimos la harina y la mantequilla y, ahora ya con el gancho de la amasadora (o a mano, si no usamos amasadora) seguimos mezclando lentamente hasta que quede todo bien combinado. Aumentamos la velocidad ligeramente y amasamos durante unos 4-5 minutos hasta conseguir una masa suave que se desprenda con facilidad de las paredes del cuenco.
- Transferimos la masa al cuenco engrasado con el aceite (podemos usar el mismo en el que hemos estado trabajado, pero hemos de limpiarlo previamente), lo cubrimos con film transparente y lo dejamos reposar en un lugar cálido durante 50-55 minutos o hasta que la masa haya doblado su volumen.
- Pasado este tiempo, untamos ligeramente con aceite vegetal la superficie sobre la que vayamos a trabajar y colocamos la masa sobre ella. La dividimos en 8 partes iguales y las cubrimos con un paño limpio y húmedo para evitar que se sequen mientras trabajamos.
- A continuación, vamos enrollando con las manos cada parte a lo largo hasta alcanzar unos 60 cm aprox. De uno en uno, vamos dando forma a nuestros pretzels y los vamos depositando en la bandeja del horno con papel vegetal, cubriéndolos igualmente con otro paño húmedo hasta que terminemos de formarlos todos (si no cupieran los 8 de una vez, emplearíamos 2 bandejas o los hornearíamos en 2 tandas). IMPORTANTE: Para darles su forma característica, los colocaremos en forma de "U" (la base ha de quedar más bien amplia) con los extremos mirando hacia el lado opuesto al que trabajamos, cruzamos los extremos uno sobre el otro dos veces trayéndolos hacia delante. (Si no los vamos a consumir todos de inmediato, ahora es el momento de congelarlos; ver abajo la sección "Notas").
- Precalentamos el horno (eléctrico) a 220ºC.
- Mientras tanto, llevamos a ebullición los 2,5 l de agua junto con el bicarbonato sódico en una cacerola amplia o una sartén algo profunda (con capacidad para unos 7-8 litros).
- Con la ayuda de una espátula plana, con mucho cuidado introducimos los pretzels(mejor de uno en uno; máx. 2 simultáneamente) en el agua hirviendo durante 30 segundos (si los hubiéramos congelado, no necesitarán descongelarse previamente, pero hemos de aumentar este tiempo a 45 segundos). Los vamos retirando con la espátula, procurando que se escurran bien, y los depositamos sobre la bandeja (o bandejas) del horno de nuevo.
- Con ayuda de un pincel de repostería, pintamos la superficie de nuestros pretzels con mantequilla derretida (o yema de huevo) y los espolvoreamos con un poco de sal gorda o en escamas.
- Horneamos hasta que adquieran un pronunciado tono dorado durante unos 12-14 minutos (si los hubiéramos congelado, hemos de aumentar el tiempo de horneado unos 1-2 minutos).
- Depositamos sobre una rejilla y volvemos a pintarlos con el resto de la mantequilla derretida. Dejamos reposar 5 minutos antes de servir.
Lo mejor es comerlos recién hechos y aún calentitos, de lo contrario, ya no es lo mismo.
- Además de la sal, puedes emplear también azúcar, glaseados, frutos secos, semillas, etc. para aderezarlos.
- Puedes comerlos solos o bien untarlos o acompañarlos con diferentes salsas: mostaza y miel, mantequilla de cacahuete, salsa de queso, etc.
- Día nacional del "pretzel": 26 de abril.
Receta adaptada de los Homemade Soft Pretzels de Alton Brown via Food Network
Hola qué tiempo de vida tienen en el congelador ?
Hola Cynthia. Pues depende del congelador. Este tipo de masas aguantan bien hasta 2 meses.
Muchas gracias por la receta. Encontré tu blog porque los pretzels que me salieron esta tarde no eran como los que comí en NYC, es decir, sin el sabor semidulce y tierno. El resultado fue mas parecido a los que se comen en Europa (Alemania,República Checa, etc) y por este motivo busqué la misma receta en otro sitio para que en otro momento salgan perfectos, por todos estos motivos he guardado tu blog porque tus pretzels tienen el aspecto que yo busco. Un saludo.
Muchas gracias a ti, Ceci, por llegar hasta mi blog. A esta receta le tengo especial cariño, así que si pruebas a hacerlos, espero que sean lo que estás buscando y los disfrutes tanto como yo lo hice :).
Un beso.
Qué buena pinta que tienen!
Me gustaría hacerlos para mi fiesta de cumpleaños la próxima semana, pero debido a que tengo que preparar otras muchas comidas no sé si podría prepararlos el mismo día. Sabes si los preparo el día de antes, si se conservarían bien, ¿o se pondrían duros?
Muchas gracias 🙂
Felicidades por adelantado, Irene! Y muchas gracias por pensar en estos pretzels para celebrarlo; son puro vicio! 😉
De un día para otro perderán ternura y se resecarán un poco, pero puedes empezar el día de antes (o incluso ya) y congelarlos recién formados, sin hervir ni hornear, como os indico en las notas. El día en cuestión, sólo has de seguir con la última parte del proceso, que es la más rápida (a partir del punto 8).
Espero que sea un gran día; seguro que triunfarás! Un beso y hasta pronto.
You see why I call you a «Master Baker» the pretzels look very tasty and soft. I wish I could eat them. Thanks for sharing. Have a great week!
Hahaha… «Master Baker»??? Wow! If only… 😉
Thanks to you, Liz. Enjoy your week!
xxx
Of course you are a master baker,,,,LOL
There’s a lot to learn ahead, but always trying, forever and ever…
Hola guapísima! He venido a coger uno de tus Pretzels, pues viendo tus fotos no hay quien se resista!!! Muchas gracias por compartir una recetita tan deliciosa y por ser mi fiel seguidora! Ahora yo también me quedo por aquí! Besitos!
Cómo o no serlo! Tu blog es una gozada para los sentidos; un placer tenerte por aquí.
Bienvenida, guapa!
Bss
;))) Muacks!
El día que los probé, compré el más grande que tenían, en plan necesito empacharme porque no sé cuándo volveré a comerlos!
Jajaja… Pero puedes comerlos cuando quieras! Por mí que no quede 😉
Gracias, Débora, sabes? me pasaría los días horneando cositas para vosotros, gente extraordinaria (qué suerte tengo…).
Bss
Sabes que nunca he probado los pretzel???te han quedado con una pinta fantástica!!la verdad q dan ganas de estirar la mano y coger uno!:)
No son tan populares por aquí, pero no sé por qué… Es verdad que son irresistibles, ese colorcito, ese nudo, esos cristalitos de sal ahí, llamándote por lo bajini…
Y se queda un olor en la casa a panadería que da gusto! No tardéis en probar 😉
Gracias mil, chicas y a pasar un buen fin de semana!
Bss
Ayyyy esto también tendré que añadirlo a mi infinita lista de pendientes ¿conseguiré acabarla algún día? Pintaza!!!!
Besos!<
jajaja… muchas gracias, guapa!
Yo ya vivo tranquila porque sé que no, que nunca acabaré mi lista de pendientes, porque añado más que resuelvo 😉
Bss y feliz súper finde!
Hola! Te he nominado para un Liebster award, pásate por mi blog y lo ves.
Besos!
Oh, gracias!!! Voy para allá 😉
Bss
Hola Rosa muy buenas tardes!! Bueno has colgado uno de mis panes favoritos los Pretzel o Bretzel!! Me encanta su miga tan blanca y la sal por encima, que ricos!!! Yo los hago con bicarbonato y con sosa y ambos salen genial. Esta receta que nos compartes esta muy bien asi que me la copio!!! UN besote grande y mil gracias por la receta y las fotos
De nada! Gracias a ti, Luis, por la acogida 🙂
Nunca he probado a utilizar sosa! Cómo me alegro de que te haya gustado esta propuesta; yo estoy encantada con estos pretzels. Congelé unos cuantas crudos y cuando la ocasión o el antojo lo requieren, saco un par y hale, en 15 minutillos pretzels recién hechos!
Bss
Excelente receta, nos ha venido estupendamente: desde que los probamos en Praga, estábamos deseando hacerlos.
Gracias por compartirla.
Un abrazo grande.
Pues qué bien! Me alegro de haberme cruzado en vuestros deseos 😉
Ya me contaréis…
Mil gracias por la visita y la contribución.
Bss
Ay Rosa, qué pinta!!!! Yo es que veo tus recetas y el estómago me pide a gritos azúcar y cosas ricas ^_^
Te han quedado tremendos estos Pretzels, enhorabuena guapa!!!
Un besote gordo ;P
Muchísimas gracias, Cruz, siempre tan amable! Me voy a tener que acostumbrar a ser la culpable de esos estómagos pidones, porque mi amasadora no para, mi horno no se enfría y la harina no se me acaba… 😉
Me alegro de que te hayan gustado 🙂
Bss
Qué manera más estupenda de empezar el día!!!!!!!! Como en los Inmortales: solo puede quedar uno (para mí)!!!! jajajaj La imagen del interior del pretzel lo dice todo… Espectacular!!!
Jajaja.. Gracias mil, preciosa. Que sepas que ése último tiene tu nombre grabado, por la espada de Connor MacLeod!
Lo acompañamos con un par de rubias espumosas? 😉
Bss
Madre miaaaaaaa…..que pinta tienen……se me hace la boca agua……te han salido perfectos! Gracias por la receta, un beso
Jajaja… De nada! Son unos descarados, ahí desafiando desde la pantalla, verdad?
Bss
Pero qué pinta tienen, se ven super esponjosos. Me la apunto en pendientes.
Te han quedado de diez.
Un beso
Mil gracias, Ángeles! Cómo esa lista de pendientes sea como la mía…
Bss
Que pintaza!!! Yo una vez los hice… y madre mia lo que salio!!! Alos 5 min se me pusieron como piedras!!! Lo tengo como desastre culinario 😉
Copiare tu receta la proxima vez 🙂
Bss
Si yo te contara… La primera vez que hice magdalenas (creo que la primera que encendía el horno para algo que no fueran pizzas), les puse levadura fresca! 😀
Cuéntame si llega ese día, ok?
Gracias por pasarte (y confesarte 😉 ). Bss
Que ricos parecen, felicidades porque nunca se me habia ocurrido hacer pretzels. Eres mi heroe de hoy 🙂
Wow!!! Qué cosas más chulas me dices, Sofia 🙂 Gracias, gracias, gracias…
Me alegro de que te hayan gustado e inspirado (a mí tampoco se me había ocurrido hasta hace nada; pero siempre hay algo nuevo por ahí esperando a que lo probemos…)
Bss
Pero que buena pinta, Rosa!! Tengo que buscar tiempo de donde sea para ponerme manos a la masa ya!!! Cada vez que veo tus fotos se me hace la boca agua. Besitos guapa 😉
Muchas gracias, Yolanda. Cómo me gusta que os pique el gusanillo 😉
Están increíbles, es difícil dar abasto para tanta cosa rica.
Bss
Gracias por mentarme en tu post.
Tienen una pinta estupenda y desde luego me saldrían un poco caros bajar a probarlos … pero todo se andará.
Te enlazo el artículo al blog, con tu permiso.
Bss,
Silvia
No lo necesitas (mi permiso), pero mil gracias, Silvia, por la inspiración, la curiosidad y la tenacidad.
Bss
Mmmm. que ricos los Pretzel!
Cristina – El blog de Samsara
Gracias, Cristina! Con qué té los acompañarías?
Bss
Ufff!!! Ahora mismo creo que con un té verde sueño de otoño jjejeje.
Que pases un buen dia!!!
Yo conocí su existencia en Friburgo, la capital de la Selva Negra hace unos años. Luego también los vi en Munich…, digo que los vi, porque en la tarde todos los comían, des niños hasta ejecutivos con maletín. Me llamó la atención. Luego los probé, los salados ¡qué buenos estaban1
Qué rica experiencia la tuya!
Gracias por pasarte!
Bss
Esta la hago seguro: a Lara y a mi nos pirran! No sabía que fueran tan fáciles de hacer!
Salu2, Eva
Genial! Sólo hay que tomárselo con calma y hacer unos ricos lazos.
Bss
Oh my god! Por qué me haces esto!!? Justito antes de cenar veo esta receta y claro mis tripas han empezado a hacer unos ruidos….
Me han encantado! Así que en algún momento de mi vida los haré si o si!!
Un besin!
Jejeje… Ay, Nati, cuánto lo siento…
Aun así, muchas gracias por esos ruidillos.
Bss
¡Oooh, pretzels! ¡Qué ricos! Y desde luego, ¡te han salido perfectos! Hay que ver qué recetas tan buenas y tan originales nos traes, ¡muchas gracias! Besitos.
Me alegro tanto de que te gusten tanto 🙂
Gracias a ti siempre, preciosa, por estar ahí.
Bss
Estos los pruebo a hacer seguro!!! Genial Rosa!!!
Jo, qué guay! Yo dejé un puñadito en el congelador y los iré sacando según nos apetezca (qué poca pereza da eso; es genial saber que en un momento tendrás recién hechos sin volver a trabajar).
Bss
Mmm ! Que buenos por Dios!
Besitos Guapa!
Gracias mil. Guapa tú!
Bss
Mmmm que buena pinta tienen!!!
Gracias, chicas!
Bss
Que buenos!! Te quedaron estupendos, apetece pasar la pantalla y coger uno!!!!
Bss
Jajaja… Es verdad (a mí también me pasa).
Muchas gracias por pasarte 😉
Bss