Bizcocho de fresas asadas {Roasted Strawberry Cake}

Indudablemente las fresas forman parte de muchas de nuestras rutinas en un sinfín de formas, en el desayuno, pausas a media mañana, en el postre, helados, batidos, mermeladas, tartas, ensaladas… En la mayoría de los casos las solemos comer frescas y crudas, pero su versatilidad abarca también otros métodos de preparación. Tal es el caso de la clave de esta receta, pues para disfrutar de este bizcocho de fresas les hemos de dar todo un delicioso y suntuoso baño —puedo afirmar sin miedo a equivocarme, la envidia del más afamado de los spas— y un no menos placentero paseo por el horno en un primer lugar. ¡El resultado es sencillamente sorprendente!

Roasted Strawberry Cake (Bizcocho de fresas asadas)

Puede que su aspecto algo rústico o incluso tosco no nos prepare mentalmente para lo que nos espera al probarlo, pero el aroma que impregnará nuestra casa durante todo el proceso nos irá dando pistas inequívocas de lo que está por venir. Y es que este bizcocho de fresas asadas lo tiene todo; es suave, tierno y jugoso y está repleto de matices de sabores increíbles, que se convierten en exquisitez extrema cuando al bocado en cuestión se le suma la presencia de un trozo de fruta. Indescriptible, por mucho que me esfuerce…

Roasted Strawberry Cake (Bizcocho de fresas asadas)

Roasted Strawberry Cake (Bizcocho de fresas asadas)

Como intuyo que algunos ya estáis empezando a haceros a la idea de que no podéis seguir viviendo sin comprobar en vuestras carnes que toda esta publicidad tiene algo de cierto, no vayáis a añadir la receta a vuestra lista de pendientes indefinidamente porque la temporada de fresas toca a su fin y, aunque se avecinan frutas no menos espectaculares, vuestro paladar se estaría perdiendo una experiencia verdaderamente especial.

Roasted Strawberry Cake (Bizcocho de fresas asadas)

Pese a constar de dos partes (y dos pasos por el horno), os aseguro que este bizcocho de fresas asadas es todo sencillez en su elaboración. De hecho, en casa, entre pruebas y excusas, llevamos ya unas cuantas versiones (¡algunas en el mismo día!) y de verdad que no da ni pizca de pereza. Hacerlo, digo. Comerlo, ninguna.

Roasted Strawberry Cake (Bizcocho de fresas asadas)

Roasted Strawberry Cake (Bizcocho de fresas asadas)

Fascinada como he acabado con esto de asar fresas no descarto la posibilidad de hacer la prueba con otras frutas; en mis fantasías reposteras empiezan a perfilarse ciruelas asadas, albaricoques asados, cerezas asadas, higos asados, peras asadas… ¿Se podrán asar las uvas? Todas y cada una de ellas aderezadas con su respectiva y exquisita infusión o aderezo de sensacionales combinaciones. Si me paro un instante puedo incluso anticipar la fragancia, la textura, el ratito elegido para saborearlo…

Me temo que he de dejaros ya con la receta porque mi imaginación se pone intensa por momentos y me empieza a resultar complicado concentrarme y seguir escribiendo 😉

Roasted Strawberry Cake (Bizcocho de fresas asadas)

Tanto la sartén skillet de Le Creuset como la tabla de madera de acacia T&G y el cuchillo de acero carbono Pallarès los encuentras en la tienda online Claudia & Julia

Bizcocho de fresas asadas {Roasted Strawberry Cake}
 
Tiempo de Prep. (esperas incl.)
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Tipo de receta: Cakes
Origen: American
Raciones: 8-10
Ingredientes
(Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que se indique lo contrario)
Para las fresas asadas:
  • 250 g de fresas limpias (sin pedúnculo)
  • 15 ml (1 cucharada) de aceite de oliva suave
  • 30 ml (2 cucharadas) de sirope de arce
  • 1 pizca de sal
  • 10 ml (2 cucharaditas) de vinagre balsámico
Para el bizcocho:
Elaboración
De las fresas asadas:
  1. Precalentamos el horno (eléctrico y sin aire) a 190ºC (375ºF) y colocamos la rejilla del horno en la posición central.
  2. A continuación, recubrimos con papel vegetal de hornear el fondo de una fuente o bandejas apta para el horno de unos 23 x 13 cm (9x5-inches) mín.
  3. Seguidamente, cortamos las fresas por la mitad y las colocamos en un cuenco mediano. Reservamos.
  4. En un cuenco pequeño aparte combinamos el aceite de oliva, el sirope de arce y la sal hasta obtener una especie de salsa bien ligada, la vertemos sobre las fresas y removemos suavemente con una pequeña espátula de silicona hasta que toda la fruta quede bien impregnada.
  5. Colocamos las fresas sin amontonar sobre la fuente que habíamos preparado y aderezamos con la salsa sobrante.
  6. Horneamos durante unos 25-30 minutos hasta que veamos que los jugos empiecen a espesar, pero evitando en todo momento que se quemen.
  7. Retiramos entonces la fuente del horno y transferimos las fresas y los jugos a un cuenco limpio mientras aún están calientes. Añadimos el vinagre balsámico, removemos con suavidad y reservamos.
Del bizcocho:
  1. Reducimos la temperatura del horno (eléctrico y sin aire) a 175ºC (350ºF) y mantenemos la rejilla en la posición central.
  2. Engrasamos el interior de una skillet de hierro colado (o un molde redondo para tartas, preferiblemente con base desmontable) de unos 23 cm ø (9-inch). Reservamos.
  3. En un cuenco grande, tamizamos la harina junto con la levadura química, el bicarbonato sódico y la sal con ayuda de unas varillas hasta combinar completamente. También reservamos.
  4. En el cuenco de nuestra amasadora eléctrica, equipada con el accesorio de pala (o bien en un cuenco grande), mezclamos la ralladura de limón con el azúcar friccionando a conciencia con las yemas de los dedos para que se liberen los aceites del limón e impregnen bien todo el azúcar. Dejamos reposar unos 5 minutos.
  5. A continuación, añadimos la mantequilla al azúcar aromatizado y batimos a velocidad media-alta durante unos 3-5 minutos hasta obtener una textura ligera y esponjosa. Despegamos los restos de masa de la pala, las paredes y fondo del cuenco con una espátula de silicona.
  6. Seguidamente añadimos el huevo y batimos ahora ya a velocidad media-baja hasta que se haya integrado por completo. If needed, scrape down the sides of the bowl.
  7. Agregamos el extracto de vainilla y mezclamos hasta combinar.
  8. Es el momento de incorporar los ingredientes secos que teníamos reservamos (ver punto 3) y el buttermilk, alternándolos de la siguiente manera: ⅓ de ingredientes secos, ½ de buttermilk, ⅓ de ingredientes secos, ½ de buttermilk y el ⅓ final de los ingredientes secos, mezclando mínimamente y a velocidad baja después de ada adición; sólo lo justo para ir integrando la harina con los líquidos.
  9. Sin perder tiempo, pues la mezcla lleva bicarbonato y éste empieza a actuar al entrar en contacto con los ácidos y los líquidos, vertemos la masa en la skillet (o el molde) y alisamos la superficie con una pequeña espátula para que quede bien nivelada.
  10. Seguidamente, repartimos la mitad de las fresas asadas, junto con su jugo, sobre la superficie de la masa (algunas se hundirán ligeramente en la masa y otras quedarán en la superficie) y terminamos espolvoreándolo todo con un poco de azúcar (1 cucharada es suficiente, pero si crees que necesitas más ¡adelante!).
  11. Horneamos durante unos 40-45 minutos hasta que adquiera un bonito tono dorado en la superficie y al insertar un cake tester o brocheta en el centro, ésta salga más o menos limpia de migas.
  12. Retiramos del horno y dejamos que nuestro bizcocho se enfríe por completo antes de consumir. Si hemos optado por la sartén de hierro, dejaremos enfriar el bizcocho sin desmoldar. En caso de haber utilizado un molde, lo desmoldaremos pasados 10 minutos y dejaremos que se termine de enfriar sobre una rejilla.
  13. Cortamos preferiblemente con un cuchillo de sierra y servimos acompañado del resto de las fresas asadas que habíamos reservado.

    Se conserva bien resguardado del aire durante unos 2-3 días a temperatura ambiente (según el clima) o hasta 4 días refrigerado.

    Firma Rosa M Lillo


Receta de las fresas asadas adaptada de Joy the Baker

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