English Crumpets {perfeccionando el afternoon tea}

in english

Siempre me ha parecido que hay algo inherentemente fascinante en todo lo relacionado con la puesta en escena del famoso ritual del té británico. No podría decir con exactitud qué es, el ambiente, la comida, toda esa parafernalia, su estética, el té en sí… pero desde siempre ha captado mi atención y ha despertado mi más profundo interés. Esta vez, pues, le ha tocado el turno a los no tan populares por estos pagos, pero indecentemente exquisitos y adictivos ‘English crumpets‘.

Crumpets

Para los que no los hayáis oído nombrar hasta ahora, habéis de saber que estas adorables criaturitas agujereadas son, junto con los icónicos scones, un pilar fundamental del no menos icónico afternoon tea británico. La versión actual de los crumpets se remonta a la era victoriana, como casi cualquier afternoon tea treat que se precie. Sin embargo, en sus orígenes, allá por el siglo XIV, los crumpets tenían una consistencia más recia y eran más planos que los que conocemos hoy en día, ya que no se añadía levadura a la masa.

Stack of crumpets

Podría decirse que los crumpets, tal y como los conocemos hoy en día, están a caballo entre los pancakes (o tortitas) y una especie de panecillo. Están hechos a base de una masa, más bien ligera, fermentada con levadura de panadería combinada con bicarbonato sódico (o levadura química, según la receta), que se vierte dentro de unos aros metálicos y se cuece sobre una plancha o sartén al fuego para conseguir esa forma redonda y plana. Tienen una textura tierna y esponjosa, pero su mayor distintivo son todos esos pequeños y dorados agujeritos repartidos por toda la cara superior, perfectos para absorber la generosa ración de mantequilla fundente con la que suelen acompañarse.

Close-up

Pues así las cosas, resulta que estos English crumpets tienen un serio rival en cuanto a panecillos para acompañar el desayuno y/o el té se refiere: los terminológicamente polémicos English muffins (que ya nos dieron que hablar hace algunos posts). Y es que, a pesar de sus muchas similitudes, se consideran elaboraciones totalmente diferentes. Así, a grandes rasgos, podemos distinguir lo siguiente:

– La masa de los crumpets tiene una consistencia más ligera, con un alto grado de humedad, de ahí su esponjosidad. Los English muffins, sin embargo, están hechos a base de una masa más densa que requiere amasado, por lo que su consistencia final es más similar a la del pan. – Precisamente debido a esa consistencia en la masa de los crumpets, es necesario el uso de aros metálicos para cocinarlos, de manera que mantengan su forma durante la cocción. Existen incluso unos aros específicos para este fin, los crumpet rings, pero en el probable caso de no contar con ellos, se pueden usar indistintamente aros de emplatar o hasta corta pastas redondos. – Los auténticos crumpets tienen una base lisa y una cara superior llena de pequeños agujeros que se forman durante la cocción. En el caso del los English muffins, ambas caras son lisas. – Los crumpets se sirven calientes y se acompañan, tradicionalmente, con mantequilla en la parte superior (aunque también hay quien los prefiere complementar, además, con mermelada, queso, miel, bacon o clotted cream), pero nunca se parten por la mitad, a diferencia de los English muffins.

Algunos llegan a sostener que en realidad los English muffins surgieron a raíz del intento fallido de alguien que trataba de emular la receta de los crumpets, de ahí la multitud de similitudes entre ambos:

– Ambos se cocinan sobre una plancha o sartén (aunque en el caso de los English muffins, acaban de cocerse en el horno). – En ambos casos, se trata de una especie de pequeño panecillo redondo, elaborado a partir de una masa fermentada a base de levadura de panadería. – Tanto uno como otro se suelen servir acompañados de mantequilla, principalmente, y otros complementos, según la preferencia personal de cada cual. – Ambos se acostumbran a comer como acompañamiento durante el desayuno, almuerzo o con el té, pero no son habituales junto a comidas principales, como la cena.

More crumpets

En resumen, ya se trate de crumpets o de English muffins, y siempre que sirva como excusa para untarlos a base de bien de mantequilla —y de irresistible mermelada— sobre su tierna miga, yo no tengo el valor de hacer distinciones. ¿Y tú, te apuntas?

English Crumpets
 
Tiempo de Prep. (esperas incl.)
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Tipo de receta: Breakfast & Tea
Origen: British
Raciones: 12
Ingredientes
(Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que se indique lo contrario)

  • 125 g (1 cup) harina de trigo floja
  • 125 g (1 cup) harina de fuerza
  • 3 g (1 cucharadita) de levadura seca de panadería
  • 1 cucharadita de azúcar blanco
  • 250 ml (1 cup) de leche templada
  • 125-175 (½ - ¾ cup) ml de agua templada
  • ¼ cucharadita de bicarbonato sódico
  • ½ cucharadita de sal
  • Mantequilla o aceite de girasol, para engrasar
Elaboración
  1. En un cuenco pequeño, disolvemos el azúcar con la leche templada, espolvoreamos la levadura por encima y dejamos reposar durante unos 5-10 minutos para que la levadura empiece a actuar (se formará una capa espumosa en la superficie; si no lo hiciera, tendríamos que reemplazar la levadura utilizada porque se ha pasado).
  2. Mientras tanto, en el cuenco de nuestra amasadora eléctrica, equipada con el accesorio de pala (o en un cuenco amplio aparte si vamos a mezclar a mano con una espátula de silicona o una cuchara de madera) tamizamos los dos tipos de harinas juntos.
  3. Hacemos un hueco en el centro de la harina tamizada, vertemos la leche con la levadura y mezclamos enérgicamente durante unos 3-4 minutos hasta obtener una masa homogénea y densa, aunque bastante pegajosa.
  4. Cubrimos con film transparente y dejamos levar en un lugar cálido y alejado de las corrientes de aire durante 1 hora o hasta que doble su volumen.
  5. Una vez levada nuestra masa, en un cuenco pequeño disolvemos el bicarbonato y la sal en 125 ml del agua templada hasta combinar totalmente.
  6. Despegamos la masa del cuenco suavemente con una espátula o cuchara para desgasificarla y añadimos la mezcla de agua bicarbonatada a la masa levada. Mezclamos hasta combinar por completo y dejamos reposar de nuevo durante unos 20 minutos más de la misma manera que antes. Quedará algo más líquida, pero pegajosa igualmente.
  7. Ponemos a calentar una skillet o una sartén antiadherente a fuego medio-alto o una plancha eléctrica a unos 160-180ºC. Mientras, engrasamos generosamente varios aros de emplatar (también sirven perfectamente unos cortapastas redondos y, por supuesto, si eres de esos pocos mortales fuera del Reino Unido que cuenta con un set, los auténticos crumpets rings)* de unos 8-9 cm de ø con mantequilla o aceite de girasol y la ayuda de un pincel de repostería.
  8. Seguidamente, engrasamos ligeramente la sartén/plancha con una pizca de mantequilla o aceite de girasol y colocamos los aros/cortapastas para que vayan cogiendo calor. A continuación, vertemos un par de cucharadas de masa dentro de cada aro (la masa no deberá superar 1 cm de altura máx. dentro del aro) y dejamos que nuestros crumpets se vayan haciendo durante unos 8-10 minutos. Conforme se vaya cociendo la cara inferior (que quedará lisa), irán apareciendo agujeros en la superficie cruda de la cara superior. Retiramos entonces los aros con cuidado de no quemarnos (obligatorio el uso de manoplas), damos la vuelta con una espátula plana y dejamos hacer por la otra cara unos 3 minutos más. Si los aros están bien engrasados, cuando los crumpets estén totalmente hechos por la cara inferior, se despegarán sin dificultad.
  9. Engrasamos de nuevo los aros y repetimos la misma operación hasta que no quede más masa. En caso de que se nos resistieran los agujeritos, eso significaría que nuestra masa está demasiado densa, por lo que iríamos añadiendo los 50 ml de agua templada restantes, de cucharadita en cucharadita, y probando hasta que se queden bien marcados.
  10. Servimos aún calientes cubiertos con una pizca (o algo más) de mantequilla, mermelada o el acompañamiento que prefiramos. IMPORTANTE: No se suelen abrir por la mitad.

    Si no se consumen recién hechos, se pueden conservar durante varios días en un recipiente hermético a temperatura ambiente, pero se recomienda tostar por ambas caras antes de servir.
    Firma_tr
Notas
- Aunque es una receta sumamente sencilla, es posible que los primeros crumpets que hagas se te resistan un poco; es decir, te pueden salir de fábula, pero sin agujeritos. Estarán de muerte igualmente, te lo aseguro, y por dentro quedarán bien esponjosos y aireados, pero lisos por fuera. De hecho, hay muchas recetas publicadas (incluso en sitios de renombre) que muestran así los crumpets. Sin embargo, si eres mínimamente perfeccionista y quieres tus agujeritos en su sitio (como me suele pasar a mí), sólo has de practicar con la masa hasta dar con la consistencia idónea: ha de quedar lo suficientemente líquida para que el aire se expanda con el calor, pero lo suficientemente densa como para que no se escape por la base de los aros mientras se cuece. Créeme si te digo que hay pocas cosas comparables a saborear un buen crumpet calentito después de que haya ido absorbiendo su mantequilla fundida a través de todos esos agujeritos. En serio, si no lo has hecho, tienes que probarlo.
- *Si no dispones de aros de emplatar, cortapastas (o, muy probablemente, crumpet rings), te alegrará saber que es muy común utilizar latas de conservas (tipo latas de atún). Obviamente, para que funcione el invento, previamente tendrás que quitarles las caras superior e inferior con un abrelatas de los que no dejan bordes.
- Las proporciones de harina floja y harina de fuerza pueden variar; hay quien prefiere 100% de harina de fuerza o hasta el 100% de harina floja. Ante la duda, empieza por el 50%-50% y ve variando a tu gusto.

Posts Relacionados