Raspberry Ombre Cake {Tarta Degradé de Frambuesa}

Adoro las layer cakes (especialmente en los cumpleaños) y desde la primera vez que vi esta Raspberry Ombre Cake (una tarta de frambuesa con un degradado precioso en su interior) en el blog El Rincón de Bea, me enamoré de ella. Un flechazo. En casa ya se empezaba a no llevar el color rosa y la hice en cuanto se presentó la primera ocasión, antes de que fuera demasiado tarde. Ahora que he tenido la oportunidad de volver a la carga con mi última sobrina (que ahora vive el rosa a tope), no me he podido resistir a hacerla de nuevo. ¿Quién sabe? ¿Será la última vez?

Raspberry Ombre Layer Cake {Tarta Degradé de Frambuesa}

El color, además de dar un aspecto espectacular a esta tarta, no es el resultado de utilizar ningún tipo de colorante, sino fruta en pasta (en este caso frambuesa). Es natural, aporta a la miga una jugosidad impresionante y un sabor afrutado sublime. Vamos, todo un descubrimiento. La variedad que existe de estas pastas hoy por hoy es tan inmensa, que se puede elegir entre casi cualquier fruta que uno se pueda imaginar. Y no sólo fruta. También hay de café, de flores, de turrón, de chocolate, frutos secos, etc. Yo no las he visto en los supermercados, pero es fácil encontrarlas en cualquier tienda especializada, tanto física como online.

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En este caso, además del degradado y la cobertura en rosa-rosa-rosa-rosa, la ocasión requería llegar incluso un poco más lejos (de ahí la decoración final), pero puede prescindirse de ella o personalizarla según el gusto del consumidor (o de la cumpleañera, en este caso).

¡Feliz cumpleaños, Julita!

Raspberry Ombre Cake {Tarta Degradé de Frambuesa}
 
Tiempo de Prep. (esperas incl.)
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Tipo de receta: Layer Cakes
Origen: American
Raciones: 16-20 raciones
Ingredientes
(Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente salvo que se indique lo contrario)
Para el bizcocho:
  • 280 g (1 ¼ cup) de mantequilla sin sal
  • 350 g (1 ¾ cup) de azúcar blanco
  • 4 huevos (XL)
  • 2 cucharaditas de extracto puro de vainilla
  • 300 ml (1 ¼ cups) de buttermilk
  • 365 g (2 y ⅞ cups) de harina de trigo floja
  • 45 g (3 cucharadas + ½ cucharadita) de harina fina de maíz (tipo Maizena)
  • 2 ½ cucharaditas levadura química (tipo Royal)
  • ¾ cucharadita de bicarbonato sódico
  • ½ cucharadita de sal
  • 1 cucharada + 2 cucharaditas de frambuesa en pasta
  • 300 g mermelada de melocotón o albaricoque
Para la cobertura (Buttercream):
  • 340 g (1 ½ cups) de mantequilla sin sal
  • 400 g (3 ¾ cups) de azúcar glass
  • 1 cucharadita de extracto puro de vainilla
  • 1 cucharada de leche semidesnatada
  • ½ cucharadita de frambuesa en pasta
Para la decoración (Buttercream) - Opcional:
  • 170 g (¾ cup) mantequilla sin sal
  • 200 g (1 ¾ cups) azúcar glass
  • 1 cucharadita de leche
  • Colorante rojo en pasta o en gel
  • Colorante rosa en pasta o en gel
  • Bolitas de chocolate (yo he utilizado Conguitos®)
Elaboración
Del bizcocho:
  1. Precalentamos el horno (eléctrico) a 175ºC (350ºF) y colocamos la rejilla del horno a media altura.
  2. Engrasamos (fondo y laterales) 4 moldes redondos para tartas (preferiblemente, con la base desmontable) de 20 cm (8") de Ø. Recortamos el papel de horno con la forma de la base de los moldes (usamos una base como plantilla; es más fácil y rápido si doblamos el papel en 4 y recortamos sólo una vez) y colocamos los 4 círculos en el fondo de cada molde. Engrasamos también sobre el papel.
  3. Tamizamos hasta 3 veces los dos tipos de harina junto con la levadura química, el bicarbonato sódico y la sal. Reservamos (podemos utilizar dos de los tres cuencos medianos).
  4. En el cuenco de nuestra amasadora eléctrica, equipada con el accesorio de pala (o en un cuenco grande con ayuda de una espátula), batimos la mantequilla a velocidad media durante 1 -2 minutos hasta que adquiera una textura cremosa y suave.
  5. Agregamos a continuación el azúcar y seguimos batiendo a velocidad media-alta hasta conseguir una masa esponjosa y ligera y que haya adquirido un color más pálido (2 - 3 minutos más).
  6. Reducimos la velocidad y añadimos los huevos, ligeramente batidos, de uno en uno y siempre que el anterior se haya integrado por completo.
  7. Seguidamente incorporamos el extracto de vainilla y mezclamos bien.
  8. Con la espátula de silicona despegamos la masa adherida a los bordes y al fondo del cuenco e incorporamos a la mezcla anterior los ingredientes secos (harina, levadura química, bicarbonato sódico y sal) por un lado y por otro lado el buttermilk, alternándolos de la siguiente manera: ⅓ de ingredientes secos, ½ de buttermilk, ⅓ de ing. secos, ½ de buttermilk y finalmente el último ⅓ de ing. secos restante. Es decir, empezamos y acabamos con la harina, mezclando en cada adición sólo lo justo para integrar los ingredientes. En esta ocasión, además, no mezclaremos apenas la última adición de harina (lo necesario para repartirla por toda la masa; deben quedar restos de harina sin mezclar, perfectamente visibles), pues hemos de seguir batiendo para incorporar la frambuesa en pasta y nuestra masa corre el riesgo de quedar excesivamente "manipulada" (lo que nos daría un bizcocho seco y denso).
  9. Pesamos nuestra masa y la repartimos en 4 partes iguales (es más que recomendable utilizar una báscula de cocina o de lo contrario podríamos acabar con bizcochos de distintas alturas) en los cuencos que teníamos previstos. Una parte la dejaremos tal cual. En la segunda añadiremos ½ cucharadita frambuesa en pasta, en la tercera 1 y ½ y en la cuarta 1 cucharada. Mezclamos bien hasta que quede un color homogéneo y rellenamos los moldes que teníamos preparados. Alisamos la superficie con una espátula pequeña.
  10. Horneamos durante 30 - 35 minutos. Antes de sacar los bizcochos, comprobamos si están bien horneados insertando una brocheta o cake tester en el centro; si sale limpia ya está, si no, vamos comprobando cada par de minutos hasta que salga.
  11. Una vez horneados correctamente, los sacamos del horno y los dejamos enfriar en sus moldes durante 10 minutos. Pasado este tiempo, desmoldamos y dejamos enfriar por completo bocabajo sobre una rejilla. (Si tuviéramos tiempo, una vez fríos, los envolvemos bizcochos en film transparente individualmente y los dejamos en el frigorífico durante toda la noche para que se asienten la miga y los sabores.)
De la cobertura:
  1. Tamizamos el azúcar glass y reservamos.
  2. En el cuenco de la amasadora eléctrica, equipada con el accesorio de pala batimos la mantequilla a velocidad media durante 1-2 minutos o hasta que adquiera una textura cremosa.
  3. Incorporamos a continuación el azúcar glass progresivamente y a la velocidad más baja para evitar que se forme una nube de polvo de azúcar a nuestro alrededor. Una vez incorporado el azúcar, seguimos batiendo a velocidad media hasta conseguir una mezcla esponjosa y más clara.
  4. Añadimos ahora el extracto de vainilla y la frambuesa en pasta hasta conseguir un color uniforme.
  5. Si la textura final ha quedado muy densa, podemos rebajarla con leche. La añadiremos poco a poco (nunca toda de una vez) hasta lograr la consistencia deseada (similar a la de la pasta de dientes). Si por el contrario quedara demasiado líquida, añadiríamos más azúcar glass progresivamente hasta obtener esa consistencia.
Montaje de la tarta:
  1. Montamos la tarta sobre una base (a ser posible giratoria) extendiendo una capa de mermelada de melocotón (o albaricoque) entre bizcocho y bizcocho. Se pueden ir colocando de mayor a menor intensidad de color o viceversa. Para que la tarta quede nivelada y recta, ponemos los bizcochos boca abajo, tal y como se enfriaron en las rejillas.
  2. Cubrimos ahora la parte superior y los laterales de la tarta con la cobertura ayudándonos de una espátula larga para alisar bien las superficies. Nos resultará mucho más fácil si aplicamos primero una capa de cobertura inicial o crumb coat (ahora no es necesario afinar demasiado con el acabado), refrigeramos durante media hora y seguimos cubriendo la tarta aplicando ya la capa definitiva con más esmero. Este proceso requiere paciencia y tiempo, así que nada de prisas!
De la decoración:
  1. Seguimos los mismos pasos que en la elaboración de la cobertura hasta la incorporación del azúcar glass.
  2. Ahora repartimos la mezcla en cinco cuencos y la coloreamos según los colores del diseño. En este caso necesitamos (aproximadamente): rosa claro (40%), rosa oscuro (25%), rojo claro (25%; si nos ha sobrado cobertura, la podemos utilizar aquí también), rojo (5%) y el último (5%) lo dejamos sin colorear (lo podemos dejar en el cuenco donde hemos preparado la mezcla).
  3. Para conseguir el color deseado, vamos añadiendo el colorante con la punta de un palillo poco a poco hasta lograrlo. Mezclamos hasta que el color quede uniforme.
  4. Preparamos 5 mangas pasteleras con sus respectivas boquillas decorativas, cada una con un color, y procedemos a realizar el diseño escogido.

    Conservaremos la tarta refrigerada (sobre todo en verano), pero la debemos sacar del frigorífico al menos media hora antes de consumirla, de lo contrario la miga quedaría como apelmazada por el frío.
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Receta adaptada de la Raspberry Ombre Cake de El Rincón de Bea

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