Desde el mismo instante en que le puse la vista encima al primer cheesecake japonés que se cruzó en mi camino, supe que tendría que vivir esa experiencia de primera mano.
Otra tarta. Otra layer cake. Una más que decadente e indecente Black Forest Cake o Tarta Selva Negra (o gateâu o torte, según la latitud).
Llevaba yo no sé ya cuánto tiempo queriendo hacer una Victoria sponge cake (tarta Victoria, en español). Veía fresas dondequiera que mirara;
Aunque no lo parezca, el verano está a la vuelta de la esquina. Hay, sin embargo, una señal inequívoca de que este año también llegará y es que los mercados se están llenado de cerezas.
¡Por fin llega esta receta! Si no la he hecho antes no ha sido porque sea dificultosa o costosa; la verdad era que le tenía cierto respeto.
Volvemos a estar de celebración. ¡Hurra, otra layer cake! En esta ocasión he optado por una combinación de esas que te dejan sin aliento: una tarta de naranja y chocolate que, en mi opinión, combinan sencillamente a la perfección.
Adoro las layer cakes (especialmente en los cumpleaños) y desde la primera vez que vi esta Raspberry Ombre Cake (una tarta de frambuesa con un degradado precioso en su interior) en el blog El Rincón de Bea, me enamoré de ella.