Desde el mismo instante en que le puse la vista encima al primer cheesecake japonés que se cruzó en mi camino, supe que tendría que vivir esa experiencia de primera mano. En primer lugar porque es del todo imposible en mi caso que un buen cheesecake pase desapercibido. Pero no sólo eso. Esa textura esponjosísima, tierna y delicada que lo caracterizan es prácticamente imposible de resistir. Una auténtica promesa de exquisitez que no estaba dispuesta a seguir posponiendo por más tiempo. ¡Y qué acierto!
Si también te rindes sin condiciones ante la perspectiva de un cheesecake en cualquiera de variedades y aún no has tenido la fortuna de dejarte acariciar por esta delicia, te adelanto que la experiencia no defrauda lo más mínimo, pues además de seguir disfrutando de ese sabor y cremosidad tan inconfundibles, este cheesecake japonés añade una suavidad y una ligereza sin igual.



Muy probablemente te estés preguntado cuál es, entonces, la novedad, lo que lo diferencia de un cheesecake tradicional. Las claves para conseguir un cheesecake japonés perfecto son mínimas y muy sencillas. En este caso, agregaremos las claras de los huevos montadas por separado en un rico y suavísimo merengue. Además, emplearemos una menor cantidad de azúcar y de queso (sin echar de menos la diferencia lo más mínimo). En esta particular versión, tampoco se incluye ninguna base de crujiente galleta; todo él es pura suavidad desde el primero hasta el último bocado. Y para terminar, una de las claves fundamentales es el baño María en el que se ha de hornear.


¿Veis? No hay nada que, con un poquito de mimo y atención a los pasos a seguir, nos impida disfrutar de un buen cheesecake japonés casero; una experiencia que sin duda os recomiendo añadir a vuestro historial, tanto si ya habéis tenido el gusto, como si no. La receta la tenéis a un simple click pinchando aquí, mi colaboración más reciente para el blog de Claudia & Julia.
¿Vamos entonces con ella? ¡No olvides tener todos los ingredientes preparados antes de empezar!
Notas:
Los utensilios y productos que he empleado para la elaboración de esta receta los podéis encontrar igualmente en la tienda online Claudia & Julia (haz click sobre ellos para descubrirlos):
– Molde alto antiadherente desmontable PushPan
– Amasadora KitchenAid
– Extracto puro de vainilla Nomu
– Stand cerámico para tartas Le Creuset
– Cuencos de cristal Nynet Mediterránea
– Jarra medidora de cristal Kitchen Craft
– Termómetro de cocina Kitchen Craft
– Boles de porcelana Laura Ashley
– Batidor de varillas WMF Profi Plus
– Tetera Demi Le Creuset
– Delantal denim de cocina Laura Ashley
– Conjunto de 6 cucharas medidoras Kitchen Craft
– Paños de cocina Laura Ashley
– Platos de porcelana para postre Laura Ashley
– Espátula cuchara Le Creuset
– Reposa cucharas cerámico Le Creuset
– Rallador Zester Premium Microplane
– Molde cerámico redondo Emile Henry
– Tarro para mermeladas Le Creuset