Si hay algo para lo que siempre estoy más que dispuesta es para una buena receta de esas de toda la vida.
Esta vez le toca el turno a la ya no tan peque de la casa. Tenía claro que para su 10º cumpleaños quería, entre otras cosas, una Funfetti Cake (vamos, una tarta arcoíris).
En casa reservamos las celebraciones importantes para ponernos manos a la obra con una nueva layer cake. Siempre supone todo un reto y una aventura, pues según sea el tipo de celebración o la persona a la que vaya destinada, hay que pensar en un tipo de tarta u otro, el sabor, el color, la cobertura (si va a llevar), la decoración…
Muchos ya la conoceréis y sabréis que esta tarta es todo un clásico dentro de la historia de las tartas americanas, pero no temáis, no os voy a soltar el rollo completo esta vez, que la receta se extiende ya bastante.
Me fascinan las historias que tienen lugar en el siglo XIX (aunque sólo sea su origen, como en este caso) y más aun si además tienen que ver con una fabulosa layer cake como ésta;
Volvemos a estar de celebración. ¡Hurra, otra layer cake! En esta ocasión he optado por una combinación de esas que te dejan sin aliento: una tarta de naranja y chocolate que, en mi opinión, combinan sencillamente a la perfección.
Adoro las layer cakes (especialmente en los cumpleaños) y desde la primera vez que vi esta Raspberry Ombre Cake (una tarta de frambuesa con un degradado precioso en su interior) en el blog El Rincón de Bea, me enamoré de ella.