Angel Food Cake {un bizcocho divino}

¿Recordáis la Devil’s Food Cake (la tarta más «diabólica») que preparé el pasado verano? Pues ha llegado su némesis: la Angel Food Cake (la versión angelical). No sé a vosotros, pero a mí me parece que tiene su gracia este «rifirrafe» extraterrenal en la mesa. Sobre todo porque, pase lo que pase, el que gana siempre es el que se los acaba comiendo, ya sea uno o el otro. Así que no hace falta tomar partido ni perderse una sola miga. ¿Gula? Culpable (a veces…).

Angel Food Cake

Y si aquélla era el pecado servido en forma de tarta de chocolate, ésta es el bocado más divino que vuestros paladares podrán probar jamás en cuanto a bizcochos se refiere: tierno, etéreo, esponjoso, suave y libre de toda grasa al 100%. Vamos, un festín al son de arpas y clarines sin el más mínimo remordimiento terrenal. Irresistible, ¿no? ¿Veis? Ya habéis caído en la tentación. Si es que somos todos almas descarriadas…

Angel Food Cake

Y antes de dejaros con la suculenta receta, ¿os habéis dado cuenta de que, además de a gloria, huele a nuevo por aquí? Pues por si no os habíais percatado o no os ha llegado la micro noticia a través de facebook (últimamente no llega casi nada de lo que se publica a través de las páginas; qué frustración, agggghhhhh!!!), Pemberley Cup & Cakes ha cambiado ligeramente su imagen. Creo que ha sido para mejor. Sigue su línea, los mismos contenidos, el mismo aire, aunque a mi modo de ver un poco más nítido y fresquito, más actual y más cómodo para sentirse así más a gusto el ratillo que paséis por aquí, no creéis? Vosotros decidís al fin y al cabo, así que espero que os haya gustado.


Angel Food Cake {un bizcocho divino}
 
Tiempo de Prep. (esperas incl.)
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Tipo de receta: Cakes
Origen: American
Raciones: 8-10
Ingredientes
(Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que se indique lo contrario)

  • 90 g (7/8 cup aprox.) de harina de trigo floja
  • 10 g (4 cucharaditas) de harina fina de maíz (tipo Maizena)
  • 9 claras de huevo (M) (1¼ cups) o bien 300 g/ml de claras pasteurizadas
  • 1 cucharadita de cremor tártaro
  • ¼ cucharadita de sal
  • 200 g (1 cup) de azúcar superfino (caster sugar)
  • 1½ cucharadita de extracto puro de vainilla
  • ¼ cucharadita de extracto de almendra (opcional)
  • Azúcar glass para decorar
  • Fruta, nata montada, etc. para acompañar
Elaboración
  1. Precalentamos el horno (eléctrico) a 175ºC y colocamos la rejilla a media altura.
  2. Tamizamos juntas la harina de trigo y la maizena hasta tres veces. Reservamos.
  3. En el cuenco de nuestra amasadora, equipada con el accesorio de varillas (o en otro cuenco grande), libre por completo de cualquier rastro de grasa, añadimos las claras de huevo, la sal y el cremor tártaro y montamos las claras con las varillas a velocidad media durante unos 5 minutos o hasta que se formen picos suaves.
  4. Aumentamos ligeramente la velocidad y empezamos a añadir el azúcar superfino progresivamente sin dejar de batir hasta que se formen picos más firmes, pero no excesivamente, pues corremos el riego de acabar con un bizcocho seco y duro.
  5. Seguidamente, añadimos los extractos de vainilla y almendra y terminamos de mezclar lentamente hasta que queden más o menos repartidos.
  6. A partir de este momento, continuamos ya mano. Agregamos ahora la harina en 3 tandas, volviéndola a tamizar una vez más sobre las claras montadas, y la incorporamos suavemente con una espátula de silicona empleando movimientos envolventes para que no se desinflen las claras, justo hasta que no queden restos visibles de harina.
  7. Vertemos la masa en un molde para angel food cakes de 18 cm Ø (con base extraíble) hasta casi llenarlo por completo (dejaremos unos 3-4 centímetros de margen, pues durante el horneado subirá ligeramente y no queremos que se desborde). En esta receta es muy importante no engrasar el molde (ver abajo el apartado "Notas"). Lentamente pasamos un cuchillo largo por el interior de la masa alrededor del molde (como si la quisiéramos cortar) para eliminar las burbujas de aire no deseadas.
  8. Horneamos durante unos 45-50 minutos o hasta que la superficie esté suficientemente esponjosa como para que recupere su forma tras presionarla ligeramente con los dedos. Para asegurarnos, podemos introducir también una brocheta o cake tester lo más cerca del centro posible y comprobar si sale seca y limpia de migas. (ojo, no abriremos el horno antes de pasados al menos los primeros 40 minutos de cocción).
  9. Tan pronto como saquemos nuestro bizcocho del horno, lo invertimos y lo dejamos enfriar bocabajo, pero sin que el borde entre en contacto con ninguna superficie (de ahí las "patitas" típicas de este tipo de moldes), durante unos 45 minutos antes de desmoldar (si lo dejamos más tiempo, corre el riesgo de humedecerse). Una vez fuera del horno, también es normal que baje un poco.
  10. Pasado este tiempo, desmoldamos. Este paso es decisivo para poder disfrutar de nuestro angel food cake, pues a pesar de haber ido todo bien hasta ahora, aún podemos quedarnos con un montón de miga de bizcocho desbaratado si no seguimos unos sencillos pasos. En primer lugar, deslizaremos lentamente y de una sola pasada una espátula estrecha alrededor del bizcocho, entre la masa y el molde, para separarlo tanto de los laterales como del tubo central con un ligero y suave empujoncito a la base desde abajo y, de nuevo con todo el cuidado del mundo, sacamos nuestro bizcocho de su interior, quedándose únicamente pegado a la base. Finalmente, repetimos la misma operación con una espátula larga pasándola esta vez a ras de la base hasta terminar de desmoldar nuestro bizcocho.
  11. Dejamos enfriar por completo sobre una rejilla antes de cortarlo, para lo que emplearemos, preferiblemente, un cuchillo largo de sierra.
  12. Lo podemos servir acompañado de fruta fresca, nata montada o simplemente decorado con un poco de azúcar glass espolvoreado por encima.

    Se conserva durante un par de días a temperatura ambiente o hasta una semana refrigerado (siempre bien cubierto o envuelto en film transparente).
    Firma Rosa M Lillo
Notas
- Importante: el molde NO ha de ser antiadherente. Los mejores son los de aluminio. Si la masa no se puede pegar a los laterales, el bizcocho no subirá.
- Si tu molde no tiene "patitas" para que se pueda enfriar bocabajo (paso imprescindible y fundamental), has de darle igualmente la vuelta al molde, pero prueba a introducir el cuello de una botella (por ejemplo de vino) por el tubo para que el bizcocho quede suspendido y se pueda enfriar como corresponde.
- Este bizcocho en caliente es bastante frágil y quebradizo, pero una vez frío verás que se vuelve mucho más sólido sin perder un ápice de su ligereza y suavidad.
- Aunque sale divino tanto con claras naturales como pasteurizadas, yo he probado a hacerlo de ambas formas y me quedo con las primeras. Ya, es un tostón separar las claras de las yemas y después te quedas con un montón de estas últimas y a ver qué haces. Pues natillas, por ejemplo, o crema catalana, o unos spaguetti carbonara...
- No os preocupéis si al desmoldar no queda perfecto, es lo esperable y uno de sus encantos.
- Puedes sustituir el extracto de almendra por unas gotas de extracto de limón o 1 cucharadita de zumo de limón natural.
- También puedes utilizar azúcar blanco normal en lugar del superfino.
- Si lo que quieres es convertir tu tradicional angel food cake en una tradicionalmente irresistible angel food cake de chocolate (descuida, seguirá siendo divina), sólo has de sustituir ¼ de la harina por ¼ de cacao puro en polvo (ojo, del desgrasado y sin azúcar).
- Día nacional (EEUU) del Angel Food Cake: 10 de octubre.

Receta adaptada del Angel Food Cake de Martha Stewart

Posts Relacionados