Mira que es curioso que de la unión de dos grandes debilidades se pueda llegar a conseguir todo un derroche de carácter como resultado, es decir, aquello de que ‘el todo’
No suelo publicar los sábados, pero esta vez haré una excepción. Sabéis que me encanta preparar una tarta especial para los cumples de casa.
Francamente, no sé cómo ha podido pasar que, a estas alturas del año, aún no haya publicado ninguna receta con fresas cuando en casa llevamos consumiéndolas por kilos desde el mismo instante en que llegaron al mercado.
Una vez más, voy a tener que pediros que me dejéis empezar por el principio antes de llegar al quid de la cuestión, al fondo del asunto, a la razón por la que todos estamos aquí, es decir, la receta: este Bakewell Bundt Cake, un bizcocho sencillamente inolvidable.
¡No os olvidéis de respirar! Y sí, habéis oído bien. Y ahora, ¿qué tal si lo rematamos con una generosa ración de salsa de caramelo salado, recorriendo suavemente la escena?
Esta vez no pienso hablar de la vuelta a la rutina después de una buena panzada de fiestas navideñas, pero sí he de empezar con una advertencia muy seria;
Estoy segura de que ya habréis ido deduciendo que tengo una debilidad especial por esas recetas tradicionales, las de toda la vida.
![¡A desayunar! Esto se acaba... (no te preocupes; te he guardado una)💫
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[ENG] They’re almost over! You’d better grab yours now (no worries; no one will be left behind on my watch) 💫
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