Rosemary & Garlic Dinner Rolls {Unos panecillos extremadamente tiernos}

Los dinner rolls son un tipo de panecillos extra tiernos que, entre otras muchas virtudes, hacen especialmente las delicias de las comidas más inolvidables en tierras estadounidenses. Así que estamos ante todo un clásico que, pese a incluirse como acompañamiento de las comidas principales del día junto a sopas, cremas, ensaladas, etc., puede consumirse igualmente casi a cualquier hora del día gracias a su gran versatilidad. Durante el desayuno son perfectos untados con mantequilla y/o mermelada. También como tentempié a media mañana o a media tarde a modo de bocadillo, partidos por la mitad y rellenos de nuestros ingredientes favoritos (fiambres, salmón, queso, lechuga, tomate…).

Pero como os decía, son prácticamente imprescindibles durante celebraciones destacadas como el tradicional Thanksgiving («acción de gracias»), compañero incondicional del archiconocido pavo asado y sus inseparables salsas. Obviamente, existen innumerables versiones comerciales, industriales y también artesanales, que nos ahorran la molestia y el tiempo de pasar por todo el proceso de hornear nuestro propio pan en casa. O más bien nos privan de ella, pues la experiencia de preparar y saborear cualquier tipo de pan casero recién hecho, si bien es cierto que puede intimidar la primera vez que nos enfrentamos a este tipo de masas, es difícilmente comparable. Sin embargo, no hay tarea inalcanzable cuando se trata de lograr un noble fin, por lo que aprovecho para insistir y tranquilizar a los menos motivados; si tenéis un ratito y seguís la receta tal cual (no es ni de lejos de las más complicadas, lo prometo), es mucho más probable que salgáis airosos de este envite que no. Y en tal caso, ¿qué podéis perder intentándolo? Ya me parecía a mí…

Dinner Rolls (Panecillos)
Dinner Rolls (Panecillos)

La versión básica de estos dinner rolls es muy popular y, como ya os avanzaba, da mucho juego (puedes incluso convertirla en tu receta infalible del pan para hamburguesas). Pero también lo da la cantidad de variaciones que podemos hacer con ella. Yo he optado por aromatizarlos ligeramente con romero y ajo, pero nada como ponerse en modo creativo y sorprender a los comensales con una variedad diferente en cada ocasión: dulces (con miel, por ejemplo), con queso (¡los de parmesano increíbles!), con boniato o patata, otras hierbas aromáticas, integrales, con calabaza… O una combinación de varias.

Dinner Rolls (Panecillos)

Podemos incluso hacerlos más grandes o más pequeños, según sea su función. La única condición imprescindible es que acabe siendo uno de los bocados más tiernos jamás probados en cuanto a panecillos se refiere. Llegados a este punto es posible que hayáis empezado a fantasear con la idea de hincar el diente a uno de estos super esponjosos y fragantes panecillos —no puedo culparos; son totalmente adictivos—, por lo que el siguiente paso no puede ser más que haceros con los ingredientes necesarios y empezar a dar forma vuestro próximo éxito. Seréis adorados durante muuuucho tiempo 😉

Tanto el mortero cerámico de Emile Henry como el vaso de cristal Mediterránea y el cuchillo de acero carbono Pallarès los podrás encontrar en la tienda online de Claudia & Julia.

Rosemary & Garlic Dinner Rolls
 
Tiempo de Prep. (esperas incl.)
Tiempo de Cocción
Tiempo Total
 
Autor:
Tipo de receta: Bread & Yeast Doughs
Origen: American
Raciones: 12-15 panecillos
Ingredientes
(Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que se indique lo contrario)

  • 290 g (2 ¼ cups) de harina de fuerza
  • 200 g (1 ½ cups) de harina de trigo floja (+harina extra para amasar)
  • 5 g (2 cucharaditas) de levadura seca de panadería
  • 35 g (3 cucharadas) de azúcar blanco
  • 1 cucharadita de sal (+ sal extra para el toque final)
  • 240 ml (1 cup) de leche tibia
  • 60 ml (¼ cup) de agua tibia
  • 1 huevo (L)
  • 115 g (½ cup) de mantequilla sin sal, cortada en dados (+ mantequilla extra para engrasar)
  • 1 ramita de romero fresco
  • 2 dientes de ajo
Elaboración
  1. Colocamos ambos tipos de harina en un cuenco grande o el cuenco de nuestra amasadora eléctrica y mezclamos con unas varillas hasta combinar.
  2. Seguidamente, apartamos unos 40 g (¼ cup) de la mezcla de harinas anterior y reservamos para más adelante.
  3. A continuación, agregamos la levadura seca de panadería y la sal a la harina del cuenco grande y volvemos a mezclar con las varillas hasta combinar.
  4. Hacemos entonces un hueco en el centro y añadimos la leche y el agua tibias (no más de 45ºC / 115ºF o arruinaremos el proceso de fermentación de la levadura), el azúcar y el huevo, ligeramente batido con anterioridad, y mezclamos con suavidad con ayuda de una cuchara de madera o con el gancho para amasar de la amasadora hasta que quede todo integrado en una masa un tanto densa y algo tosca aún.
  5. Si vamos a amasar a mano, transferimos ahora la masa a una superficie de trabajo, ligeramente enharinada. Si estamos utilizando la amasadora eléctrica, seguimos trabajando en el mismo cuenco. Agregamos finalmente 75 g de la mantequilla (unos ⅔ del total; el resto lo reservamos para pincelar nuestros panecillos más adelante); la añadiremos poco a poco, como en 3 ó 4 tandas, y sin dejar de amasar entre tanda y tanda hasta integrarla por completo.
  6. Una vez incorporada toda la mantequilla, seguimos amasando unos 12-15 minutos más (8-10 si lo hacemos con la ayuda de la amasadora) con cierta energía o a velocidad media-baja si usamos la amasadora hasta conseguir una masa fina y elástica, aunque ligeramente pegajosa, que aun así se acabe despegando con cierta facilidad de la superficie de trabajo (o del cuenco de la amasadora). Si fuera necesario, es decir, si la masa siguiera excesivamente líquida y pegajosa tras el amasado, añadiríamos los 35 g (¼ cup) de la harina que apartamos inicialmente, cucharada a cucharada hasta conseguir la consistencia y textura idóneas.
  7. Damos forma de bola a la masa y la depositamos en un cuenco limpio, previamente engrasado con una ligera capa de mantequilla o de aceite de girasol, cubrimos con film transparente y dejamos levar en un lugar cálido y alejado de las corrientes de aire durante 1 hora o hasta que haya duplicado su volumen.
  8. Una vez levada la masa, la colocamos con cuidado sobre la superficie de trabajo, de nuevo, ligeramente enharinada, y la desgasificamos presionándola unas cuantas veces con las yemas de los dedos o los nudillos. Cubrimos con film transparente y dejamos que se relaje durante unos 10 minutos.
  9. Mientras esperamos, engrasamos aplicando una fina capa de mantequilla el interior de un molde rectangular apto para el horno de unos 13 x 23 cm.
  10. Ahora, con las palmas de las manos aplastamos y extendemos suavemente la masa hasta formar un rectángulo más o menos regular de unos 25 x 35 cm (no es necesario que las medidas sean exactas; es una guía para facilitar el corte en cuadrícula). Con la ayuda de un cuchillo bien afilado o un cortapizzas, dividimos la masa en 12 porciones (unos 80 g cada una) o en 15, si queremos nuestros panecillos más pequeños (unos 65 g cada uno aprox.). Aunque no es imprescindible, es más que útil contar aquí con la ayuda de una báscula de cocina.
  11. A continuación, empezamos a dar forma a nuestros dinner rolls, para lo cual bolearemos cada una de las porciones hasta conseguir que queden redondeados y la superficie de la masa acabe tersa y tensa. Una de las mejores técnicas para lograr formar los panecillos correctamente es arrastrar la masa con suavidad a lo largo de la superficie de trabajo con el canto de la mano, girar unos 90º y volver a arrastrar. Repetiremos este paso hasta que queden redonditos y con una buena tensión en la masa.
  12. Conforme vayamos formando nuestros panecillos los colocamos en el molde que teníamos preparado, dejando una separación mínima entre uno y otro (durante el próximo levado y el siguiente horneado crecerán y se unirán; así es como debe ser). Cubrimos totalmente con film transparente sin ajustar y dejamos levar de nuevo en un lugar cálido y alejado de las corrientes de aire durante 1 - 1 ½ horas o hasta que dupliquen su volumen.
  13. Mientras tanto, en un mortero empezamos a preparar el aderezo con el que daremos el toque final a estos dinner rolls. Machacamos los dientes de ajo junto con las hojitas de romero (desechamos la ramita central). Seguidamente, agregamos el ⅓ de mantequilla que habíamos reservado (unos 40 g) e integramos con ayuda de una pequeña espátula de silicona o un tenedor hasta conseguir una especie de pasta. Cubrimos con film transparente y dejamos reposar a temperatura ambiente mientras nuestros panecillos siguen creciendo.
  14. Una vez finalizado el segundo y último levado, precalentamos el horno (eléctrico) a 190ºC (375ºF) y colocamos la rejilla del horno a media altura.
  15. A continuación, damos un pequeño golpe de calor a la mantequilla con el ajo y el romero (si usamos el microondas y el mortero no fuera apto para estos menesteres traspasamos la mezcla a un cuenco pequeño que lo sea) hasta que adquiera una textura más líquida. Seguidamente, con ayuda de un pincel o brocha suave de repostería pincelamos la superficie de nuestros dinner rolls con mucho cuidado de no pinchar la masa o perdería parte del volumen conseguido (si no queremos restos de romero o ajo sobre los panecillos, podemos pasar la mantequilla fundida por un colador primero). Reservamos la mantequilla sobrante para más adelante.
  16. Finalmente, añadimos un poco de sal sobre nuestros dinner rolls y horneamos durante unos 12-15 minutos hasta que crezcan por completo y adquieran un bonito tono dorado en la superficie.
  17. Nada más sacarlos del horno, si queremos un sabor algo más pronunciado, volvemos a pincelarlos con la mantequilla aromatizada sobrante y dejamos que se enfríen dentro del molde al menos unos 10-15 minutos antes de traspasar a una rejilla para que sigan enfriándose.
  18. Los podemos servir aún calentitos o esperar a que se enfríen por completo.

    Aunque recién hechos son sencillamente un sueño, se conservan tiernos y deliciosos hasta 3 días a temperatura ambiente en un recipiente hermético bien resguardados del aire.

    Firma Rosa M Lillo

Notas
- En caso de preferir tus dinner rolls sencillos, sin ningún tipo de sabor adicional, te puedes saltar tranquilamente todo el proceso del aderezo, pero no olvides pincelarlos con mantequilla antes (e incluso después) del horneado para conseguir una textura sublime.
- Si crees que van a ser demasiados para la cantidad que sueles consumir, congélalos sin problema; recuerda envolverlos cuidadosamente en film transparente primero y papel de aluminio después para evitar que el frío los dañe y consumirlos en un plazo de 2-3 meses (según el congelador).

 

Posts Relacionados