¡Estoy escandalizada! Pero ¿cómo es posible que haya pasado todo este tiempo desde la última vez que publiqué una señora tarta, con toda su presencia y encanto indiscutibles?
Estoy segura de que ya habréis ido deduciendo que tengo una debilidad especial por esas recetas tradicionales, las de toda la vida.
Esta vez le toca el turno a la ya no tan peque de la casa. Tenía claro que para su 10º cumpleaños quería, entre otras cosas, una Funfetti Cake (vamos, una tarta arcoíris).
Sí, sigo en Nueva York. Lo confieso, siento una gran debilidad por la New York Style Cheesecake. No es que el resto de variaciones de esta rica y ya clásica tarta de queso no me convenzan, que también, pero esa consistencia, ese sutil toque cítrico, su cremosidad…
Otra tarta. Otra layer cake. Una más que decadente e indecente Black Forest Cake o Tarta Selva Negra (o gateâu o torte, según la latitud).
Cómo me gusta celebrar. ¿Lo habíais notado? Lo que sea, cualquier ocasión me vale; que es viernes, que sale el sol, que llueve, que he terminado un libro, que estrenan la peli que estaba esperando, que nos vamos de viaje (o que volvemos a casa), que quedo con esa amiga a la que veo de uvas a peras…
Llevaba yo no sé ya cuánto tiempo queriendo hacer una Victoria sponge cake (tarta Victoria, en español). Veía fresas dondequiera que mirara;