¿Alguna vez os han o habéis traído de Escocia (o de algún aeropuerto) una de esas cajitas con el típico diseño de cuadros escoceses llenas de unas pastas irresistibles?
Esta semana la cosa va de galletas, pero, aunque soy una asidua a las clásicas chocolate chip cookies, esta vez me apetecía muchísimo algo más contundente y con alguna que otra sorpresilla.
Hacía tiempo que no caían unas buenas galletas por aquí y esa situación ya no podía sostenerse por más tiempo. Por otro lado, llevaba más de un par de semanas viendo la manera de que en casa pasara inadvertida una bolsa de M&M’s® (ya os explico luego) y estaba claro que no iba a poder seguir con la martingala mucho más.
La receta que os traigo hoy es todo un clásico de la repostería americana, las icónicas chocolate chip cookies. Y si os han gustado las historias que envuelven algunas de las recetas que ya he publicado anteriormente, espero que la de hoy no vaya a ser menos, porque ésta también tiene un pasado...
La receta de hoy, a pesar del nombre tan espectacular que le he dado, es la clásica receta de galletas decoradas de mantequilla.
Si oyes a estas peanut butter cookies (o galletas de mantequilla de cacahuete) susurrarte "¡cómeme, cómeme!" no te apures, la solución no puede ser más sencilla. Como su receta.