He perdido la cuenta del tiempo que llevo queriendo hacer (¡y probar!) un pull-apart bread de calabaza como este. ¿No os pasa que nada más ver un postre (o un plato cualquiera) sabes al instante que...
Si hace unos años me hubieran dicho que iba a poder disfrutar de un gofre cuando lo quisiera y como lo quisiera, sin tener que esperar a una ocasión especial o a descubrir alguna fórmula ancestral, guardada bajo siete llaves en el corazón de la montaña más recóndita y custodiada bajo la mortífera mirada de la criatura más aterradora que se haya conocido jamás...
Sí, lo sé, vaya título para unos muffins. Pero es que se trata de una receta muy especial; estos muffins integrales de calabaza que os traigo hoy son mi primera aventura repostera sin azúcar (y después del escándalo de tarta de la receta anterior había que expiar tanto exceso…).
¿Qué criatura viviente que les haya dado un mordisquito alguna vez no adora los cinnamon rolls? Esta que escribe, desde luego que sí (sí al mordisquito, sí a adorarlos, sí a todo…).
Se nos acaba el otoño casi antes de darnos cuenta de que había llegado, pero eso no significa que con él se acaba el tiempo de llenar nuestros hornos de calabaza (y nuestras cacerolas, y las cucharas, y las despensas;
Os advierto desde ya a los que os pueda pillar desprevenidos: la blogosfera gastronómica al completo y redes sociales varias corren el riesgo inminente de colapsarse debido a una avalancha de calabazas en 3, 2, 1…
Con él llegarán también a los mercados las calabazas y otros frutos y hortalizas de temporada, pero yo ya no podía esperar más para encender el horno y preparar este sorprendente bizcocho de calabaza con streusel de especias. Así que ¡hala, calabazas en agosto! ¿Anticipación? ¿Transgresión? ¿Impaciencia? Lo que sea, pero qué rico