¿No quería muffins? Pues ahí va una ración doble (¡pero es que ya ni quedan!). Y lo peor es que en casa siguen pidiendo más y más…
Mirando detenidamente estos muffins de limón con semillas de amapola, no me puedo creer que siete meses atrás publicara la primera receta de muffins del blog y desde entonces no haya caído ninguna otra.
Todos hemos oído en numerosas ocasiones cómo se emplean los términos muffins, magdalenas (e incluso cupcakes) indistintamente —os confieso que mi yo más «terminólogo» se rebela internamente, pero ese es un tema para otro día.
¿Os había dicho ya que los muffins de arándanos son mis preferidos en el mundo entero? De hecho, creo que es «por culpa» de los blueberry muffins de bienvenida que mi amiga Jen nos preparó la primera vez que fuimos a visitarla a ella y a su familia a EEUU, que hoy por hoy estoy aquí.
¿Quién no ha probado alguna vez las típicas tortitas americanas (pancakes) o ha deseado hacerlo? Yo creo que nada más ponerles la vista encima ya supe que estarían presentes en los desayunos de casa siempre que pudiera. Y de eso ha pasado ya una buena colección de años (y de tortitas).