Por lo visto me he quedado enganchada con esto de «enrollar» las recetas. Bueno, vale, también de «enrollarme», aunque esto viene ya de lejos…
Una entrada express este precioso lluvioso día de Navidad para desearos lo mejor. Porque sois los mejores seguidores que un blog podría desear tener. Y porque una buena taza de cacao caliente me parece una manera deliciosa de desearos todo mi cariño en estas fechas. ¿Me acompañáis?
Sí, ya sé que llevamos una rachita por aquí bastante chocolateada… Ah, ¡pero si no oigo a nadie quejarse! ¿No os pasa que, a veces, os da por una cosa y esa cosa os lleva a otra y así sucesivamente sin saber dónde acabará todo?
¿No quería muffins? Pues ahí va una ración doble (¡pero es que ya ni quedan!). Y lo peor es que en casa siguen pidiendo más y más…
A todos esos «chocoadictos» que me seguís, que sé que sois un buen número, esta receta os va a dejar boquiabiertos y ojipláticos.