Entiendo que lo de plantearse encender el horno con la que está cayendo pueda echar para atrás al más aguerrido de los devotos de este querido electrodoméstico, pero si hay una ocasión que lo merezca, es la perspectiva de poder disfrutar de un clafoutis de cerezas o tarta de cerezas como esta, típica de la región de Limousin (Francia).
Tras un buen repertorio de esas entrañables delicias de la repostería más tradicional anglo-americana —como han sido los scones, biscuits, crumbles, pies y un largo etcétera—, he pensado que ya iba siendo hora de que un buen cobbler hiciera acto de presencia por el blog.
Cuando pensamos en cumpleaños —como veis, seguimos saboreando los buenos momentos— es fácil que nos invadan inmediatamente toda una serie de imágenes e ideas asociadas.
Otra tarta. Otra layer cake. Una más que decadente e indecente Black Forest Cake o Tarta Selva Negra (o gateâu o torte, según la latitud).
Aunque no lo parezca, el verano está a la vuelta de la esquina. Hay, sin embargo, una señal inequívoca de que este año también llegará y es que los mercados se están llenado de cerezas.