No sé si seremos muchos a estas alturas, pero a mí aún no me ha dado la gran pereza seguir encendiendo el horno y últimamente, entre unas cosas y otras, me apetece mucho preparar bizcochos sencillos...
Indudablemente las fresas forman parte de muchas de nuestras rutinas en un sinfín de formas, en el desayuno, pausas a media mañana, en el postre, helados, batidos, mermeladas, tartas, ensaladas...
El kugelhopf es una especie de brioche que tradicionalmente se horneaba en un molde estriado de tubo con forma de turbante (algunos sostienen que para conmemorar la victoria de los vieneses sobre el imperio otomano en 1643)...
Estoy más que emocionada hoy, pues os traigo una receta de esas que difícilmente pasan desapercibidas. Y algo más... Que esta Pavlova de chocolate os va a enamorar perdidamente es casi una apuesta segura.
Es posible que este bizcocho de ricotta cargado de frambuesas que hoy os presento sea uno de los bocados más tiernos, suaves y jugosos que he probado desde que encendí el horno por primera vez...
Me doy cuenta, no sin cierta sorpresa, de que hace una cantidad de tiempo absolutamente indecente que no preparaba un bundt cake para el blog. No me lo explico. O sí...
La receta de hoy se presenta prácticamente sola. Un bizcocho de chocolate, así sin más, la definición misma de la sencillez, sin una pizca de harina (ni gluten). ¿He dicho chocolate? Quiero decir, muuuuuucho chocolate. Y del bueno...