Francamente, no sé cómo ha podido pasar que, a estas alturas del año, aún no haya publicado ninguna receta con fresas cuando en casa llevamos consumiéndolas por kilos desde el mismo instante en que llegaron al mercado.
Siempre he admirado este tipo de bizcochos. Para empezar, visualmente me atrae su sencillez, delicada y desnuda; para finalizar, la larga tradición que lleva a sus espaldas, eso siempre me intriga.