Siempre he admirado este tipo de bizcochos. Para empezar, visualmente me atrae su sencillez, delicada y desnuda; para finalizar, la larga tradición que lleva a sus espaldas, eso siempre me intriga.
Muchos ya la conoceréis y sabréis que esta tarta es todo un clásico dentro de la historia de las tartas americanas, pero no temáis, no os voy a soltar el rollo completo esta vez, que la receta se extiende ya bastante.