Hay vida después de las vacaciones de verano. Y no tiene por qué ser más dura de lo estrictamente necesario. Así que aquí estoy hoy con mi pequeño homenaje a modo de resarcimiento.
Se nos acaba el otoño casi antes de darnos cuenta de que había llegado, pero eso no significa que con él se acaba el tiempo de llenar nuestros hornos de calabaza (y nuestras cacerolas, y las cucharas, y las despensas;