Probablemente un crumble (también conocido como crisp en ocasiones) sea uno de los platos más sencillos de preparar, sencillez directamente proporcional con las alegrías nos da a la hora de zampárnoslo...
Desde que publiqué el Cobbler de cerezas el verano pasado sabía que el próximo sería un Cobbler de melocotón; sólo tenía que esperar a que llegara el verano siguiente. ¡Eso era todo un año! Pero una tiene paciencia si la dicha es buena (¿0 era otro el dicho?).
Tras un buen repertorio de esas entrañables delicias de la repostería más tradicional anglo-americana —como han sido los scones, biscuits, crumbles, pies y un largo etcétera—, he pensado que ya iba siendo hora de que un buen cobbler hiciera acto de presencia por el blog.